miércoles, 10 de noviembre de 2021

¡Qué pena morirse..!

 


La frase del principio, que es una frase célebre de don Marcelino Menéndez Pelayo, la suscribo de pe a pa. La repito completa, para que me comprendáis mejor: ¡Qué pena morirse ahora, cuando me queda tanto por leer! Y es que, a todo lo que he leído, me gustaría sumar a) lo que me gustaría releer, b) muchas cosas ya escritas que andan en busca de editor (como los personajes de Pirandello que andaban en busca de autor), c) Todo eso que aún no se han escrito pero que quizás ya anda rondando la mente de mis autores favoritos y, sobre todo, d) que no paro de descubrir autores que son nombres mil veces oídos cuya lectura vas aplazando, pensando que la vida es muuuuy larga y, de golpe, te das cuenta que aquello tan largo ha pasado muy rápido.

Mi último descubrimiento ha sido Stefan Zweig, uno de esos autores repetidamente postergados. Más que descubrimiento yo diría redescubrimiento.  Hace muchos años vi un película preciosa titulada "Carta de una desconocida" Para empezar la recomiendo vivamente a todo amante del cine clásico. Luego  supe que el guión era una adaptación de una historia de Stefan Zweig, dirigido por Max Ophüls en 1.948. Pasaron los años y yo no terminaba de hincarle el diente a otros libros de ese autor. Siempre había algo más urgente que se metía por medio. Hace uno años, cuando me pasé al libro electrónico, me recomendaron una página web (epub libre) donde me podía descargar gratuitamente miles de libros. Cuando comenzaron a  cerrar aquellas páginas de descargas de películas y series supe que las de libros serían las próximas y cada día entraba para ver las novedades, aprovechando para descargarme de paso novelas policiacas e históricas. Así he acumulado unos 
3.000 libros en mi disco duro. Ahora sé que hice bien porque esa y otras páginas ya no existen (aunque creo que volverán, porque no se puede poner puertas al campo), pero yo tengo mi reserva para algunos años. Y en un momento en que no tenía otra lectura que me apremiara empecé a leer la biografía de María Antonieta de Zweig. Y fue todo un descubrimiento. Porque Zweig tiene una forma muy particular de abordar los personajes. Son lo que alguien llamó "biografías psicológicas". Zweig se centra en explicar la psicología del personaje, con una agudeza admirable. Conocí otra María Antonieta y comprendí, por fin, por que había vivido como lo hizo. Continué con la de María Estuardo y ocurrió lo mismo. Una nueva María muy distinta, desconocida, apareció ante mis ojos y se me hizo totalmente comprensible su trayectoria vital, el sentido de sus acciones, el por qué de sus decisiones. Ahora me queda la de Fouché. Después trataré de conseguir las de Erasmo, Balzac y otras. También tengo un buen montón de sus obras de ficción, novelas, cuentos, etc. Y, en fin, esto es lo hoy tenía para contar, por si alguien tiene tiempo y ganas y busca recomendaciones (suponiendo que se fíe de mi criterio).