Mostrando entradas con la etiqueta De risa. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta De risa. Mostrar todas las entradas

martes, 16 de junio de 2020

Calvario burocrático


Lo que cuento en esta entrada ocurrió hace varios años. Pero podría ser igualmente de ayer por la tarde. Porque, seguimos en España ¿no?

1 de septiembre de 2007. Carmina pasa de depender de la Administración General del Estado a hacerlo de la Junta de Andalucía. Nos aseguran una y mil veces que no habrá ningún problema, pero que tengamos en cuenta que el primer año será un poco de transición y ambas partes debemos ser pacientes con la otra, porque hay muchas cosas que resolver.

Para ese momento, Carmina tiene ya cinco trienios, y va camino del sexto. Pero en cuanto empieza a pagarle la Junta de Andalucía deja de cobrarlos todos, ya que la Junta no tiene constancia de que esos trienios existan. Ante la correspondiente reclamación, nos piden más paciencia y nos aseguran que ¡¡por mayo!! todo estará resuelto.

Por otro lado, parece que las administraciones entre sí no se comunican, pues soy yo la que tengo que demostrar la existencia de mis cinco trienios. A pesar de la abundante documentación que tengo, nada de eso vale. Necesito un papel llamado “anexo 1”, con el reconocimiento de servicios prestados, pero nadie en el Ministerio parece saber dónde puedo obtenerlo. Después de meses de llamadas telefónicas, encuentro a una persona que me dice que me puede hacer el papel donde figure del año 1999 en adelante, pero antes de esa fecha en ese departamento no tienen ninguna información. Tampoco sabe quién puede hacerme el anexo 1 desde el año 1991 a 1999. Unos diez días después recibo el anexo 1 correspondiente del año 99 en adelante, y otros diez días después lo vuelvo a recibir con una cartita informándome de que el primero no valía porque se habían equivocado al hacerlo. Los comparo y, efectivamente, en una columna donde debía figurar la cifra 10, habían puesto 8.

Sigo haciendo llamadas a todo el Ministerio como una loca, investigando en todos los departamentos y servicios. Al mismo tiempo, voy a la delegación de Educación de la Junta de Andalucía en Cádiz y los pongo como los trapos, porque no es de recibo que en estos tiempos de informatización, e-mails y demás todo tenga que transcurrir de esta forma. También les llamo ineptos y vagos, porque me están obligando a hacerles su propio trabajo.

Repasando toda mi documentación, veo que mi hoja de servicios y mi nombramiento está firmada en 1991 por una tal A. C. Afortunadamente esta señora todavía no se ha jubilado, afortunadamente lo comento con una compañera que fue directora del instituto y me dice que es una mujer muy eficiente y que ella tiene su teléfono.

Llamo a la tal A. C. y ¡bingo!, en su departamento me pueden hacer el reconocimiento de servicios prestados de 1991 a 1999. Al cabo de unos días recibo el papelito correspondiente y, por fin, el 20 de noviembre de 2008 llevo los dos documentos a la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía en Cádiz. Me aseguran que está todo correcto. Como las nóminas se cierran el 5 de cada mes y faltan quince días, no creo que estos sacrificados trabajadores tengan tiempo suficiente para que pueda cobrar los trienios (con efectos retroactivos) en la nómina de diciembre, así que me resigno a esperar hasta enero.

El viernes 23 de enero recibo una llamada en casa, en horas de trabajo (sería demasiado que sus neuronas hubieran caído en la cuenta que un profesor de instituto, a media mañana, está en su lugar de trabajo y no en su casa). Por casualidad me encuentro en la cama con gripe y me informa que a ambos documentos les falta el sello de pie de firma del Ministerio. Están firmados pero no sellados, por lo que, según sus palabras textuales “los ha podido hacer cualquiera”. Han tardado dos meses exactos en darse cuenta. Así que tengo que recogerlos en la Delegación, enviarlos a Madrid al Ministerio para que me pongan el sello, esperar a que me los devuelvan por correo y volverlos a llevar a la Delegación de Cádiz.

Después de alabar al funcionario por su perspicacia al tardar dos meses en darse cuenta de la falta de un sello en un documento que él previamente había dado por válido, y comentarle que, por si no se ha dado cuenta, me ha llamado posible falsificadora y autora de un fraude, envío a alguien a recoger los papeles. Por lo visto, el que existan como otros 20 documentos oficiales que demuestran que trabajo para el Ministerio desde 1991 no descarta la idea de que, sin necesidad, se me ocurra falsificar los papeles. Mientras tanto llamo a Madrid al Ministerio y también les alabo por la eficacia de enviar unos documentos sin sellar. La chica que me atiende, creo que verdaderamente avergonzada por todo lo que está pasando, me dice que le envíe los papeles inmediatamente, que me los sellará.

Con un poco de suerte cobraré los trienios a finales de marzo, puesto que es imposible, entre tanto vengo y voy, que todo esté resuelto antes del 5 de febrero. En ese mes me encontraré en la nómina con un gran pastón de atrasos, lo que también me perjudica, puesto que un dinero que tenía que haber cobrado en tres ejercicios distintos se acumula en uno, perjudicándome a la hora de pagar el impuesto sobre la renta.

Mientras tanto, mis compañeros llevan desde que empezó el curso (cuatro meses) sin cobrar todavía el complemento que les corresponde como tutor o jefe de departamento. Los ultraocupados funcionarios de la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía en Cádiz no han tenido tiempo de meter el dato en la nómina. Al mismo tiempo, el programa informático que hace las nóminas decide por su cuenta cada mes cuánto nos van a retener a cada uno a cuenta del IRPF, (a mí ahora mismo me están reteniendo la burrada del 25%), de forma que cuando llegue mayo esté lo más equilibrado posible lo que tengo que pagar con lo que me han retenido. Pero claro, esa es la opinión de la Administración, no la mía, puesto que yo no estoy de acuerdo en pagar mis impuestos por anticipado (lo que tengo que pagar en junio de 2009 me lo empezaron a retener en enero de 2008, 18 meses antes). En resumen, cada mes cobro una cantidad diferente, que no puedo tener prevista porque lo decide una máquina, que lo mismo me retiene un 25% que al mes siguiente un 11%.

Menos mal que, como dice nuestro cacique Chaves, estamos inmersos en la segunda modernización de Andalucía. Supongo que puedo darme por satisfecha de que no me paguen en especie con sacos de garbanzos, piezas de tela y cosas así.


martes, 1 de octubre de 2019

232. Gafe total

Algunas personas tienen especial mala suerte. Hace un rato escuchaba en el telediario que se cumple un mes del accidente de la mina de Chile y que era posible que aquellos pobres hombres no pudieran salir de allí hasta noviembre. La verdad es que se me encogió el corazón viendo las imágenes de cómo hoy hablaban por primera vez por teléfono con sus familias. Los familiares podían verlos, además de oírlos, pero ellos sólo tienen el sonido.

Al cabo del rato me entero de una noticia que, a pesar de todo el dramatismo, me ha hecho sonreír un poquito. Resulta que fuera, en la boca de la mina, se ha formado un buen sainete. La esposa de uno de los mineros se ha enterado allí mismo de que él tenía una amante desde hace cinco años, al encontrarse las dos en ese momento trágico.

Yonni Barrios, de 50 años, se encuentra atrapado por partida doble: a 700 metros bajo tierra y en un triángulo amoroso recién descubierto. El País habló de él el otro día, al ser el único que tiene unos pocos conocimientos de enfermería y ser, por eso, el encargado de cuidar de la salud de los otros. Sin embargo cuenta la noticia de una forma diferente, comentando que se había marchado de su casa hace un año tras 28 años de matrimonio y estaba conviviendo con otra mujer. Sin embargo, parece que las cosas no están tan claras ni la situación es tan civilizada. El hermano de Yonni ha reconocido que mantiene contacto con las dos mujeres.

En un acto al pie de la mina, la esposa descubre a la otra presentándose como su pareja, y la desmiente, asegurando (probablemente ante cámaras de televisión o periodistas, aunque no se mencione) que son un feliz matrimonio, que lo espera con los brazos abiertos y que la otra mujer no le preocupa.

Por su parte, la segunda mujer dice que de eso, nada, que son almas gemelas, que llevan cinco años de relaciones, que Yonni, cuando salga, seguirá con ella, y que la todavía esposa ofcial no representa ninguna competencia para ella.

Curiosamente, el primer enfrentamiento entre las dos ha ocurrido cuando un rico empresario minero anunció que donaría una cantidad equivalente a 8.000 euros a cada uno. La amante fue en seguida a pedir dicha cantidad, mientras que la esposa defendía que le correspondía a ella, por ser legalmente su esposa.

Para hoy se esperaba un segundo enfrentamiento, al estar programada esa videoconferencia entre los mineros y los familiares, porque las dos han pedido comunicarse con su hombre, y sólo le será posible hacerlo con una. ¿Con cuál de las dos pondrían al habla a Yonni? Es una lástima, pero los telediarios no han dicho nada sobre ésto.

Cuando llegue noviembre, ¿querrá Yonni salir del agujero?

miércoles, 11 de septiembre de 2019

225. Creencias arraigadas

A pesar de que la experiencia demuestre lo contrario una y otra vez, miles y miles de españoles siguen cayendo cada año en la misma tonta superstición. ¿Qué puede impulsarles a creer que en el sorteo de la lotería de Navidad la bolita que va a resultar emparejada con aquella otra que marca el máximo premio, desafiando todas las leyes de la probabilidad, va a coincidir, de una manera más o menos forzada, con una fecha concreta? Únicamente la simple ignorancia.

Pues bien, cuando faltan cuatro meses para dicho sorteo, ya está agotado el número 11.511. Y sólo porque coincide con la fecha del terremoto de Lorca. También se han agotado ya 48 de las 50 series del mismo número para el sorteo del Niño. Para aquellos un poco más lentos que no pudieron asegurarse la lluvia de millones. Porque ya sabemos que todos los años el Gordo de Navidad coincide con alguna fecha trágica. Hacerse rico en España es tan fácil como estar al tanto de las mayores catástrofes ocurridas en el país y ser rápido para comprar el décimo apenas se ponga a la venta.


Pero no se crean que son los lorquinos, en su desesperación y necesidad, los que han creído firmemente en esta paparrucha. De toda España han reclamado el número. El 11.511 está repartido por administraciones de Barcelona, Manises, Cáceres, Bilbao, Huesca y Madrid, además de la propia Lorca.

¿Qué ocurrirá el año que no haya ningún terremoto, atentado terrorista, desastre ecológico, etc.? Pues que habrá que confiar en la suerte al comprar el número, vaya faena. Porque si algo sabe todo el mundo, es que LA LOTERÍA NO ES CUESTIÓN DE SUERTE.

martes, 10 de septiembre de 2019

207. Prohibido nacer a horas intempestivas

Desde el día 1 de noviembre el paritorio del Hospital Clínico se cierra a las ocho de la tarde. Para evitar los partos después de esa hora, desde varias horas antes de las ocho ya no se hacen ingresos de mujeres que vayan a dar a luz, y a las descaradas parturientas que tengan el atrevimiento de ponerse de parto después del almuerzo se las desvía a otras poblaciones, ante el alborozo de las familias afectadas, que a la alegría de tener un nuevo miembro en la familia unen la posibilidad de pasar los días siguientes haciendo un poco de turismo intraprovincial.

Resulta también encomiable ese empeño de inculcar un poquito de disciplina espartana, incluso ya desde antes de nacer, en esos niños que se empeñan en venir al mundo a horas inconvenientes. Poco a poco lo vamos consiguiendo. Empezamos por lo más fácil, que era conseguir que los horarios cotidianos de los niños se adaptaran a los de los padres, ignorando sus biorritmos y sus tonterías. Ya tenemos escuelas que funcionan con horarios comparables a los de una plantación de algodón del sur de EEUU en los mejores tiempos de la esclavitud. Yo me hubiera dado por satisfecha con eso, pero reconozco que esto de controlar también la hora del nacimiento ha sido todo un punto.

Es una lástima que algunos listillos, como esa gentuza de los sindicatos, se hayan dado cuenta de que en centros públicos se está vulnerando la ley con jornadas escolares superiores a las establecidas. Algunos inspectores se están teniendo que volver atrás en su encomiable intento de “conciliar la vida familiar y laboral”, y todo porque algunos blandengues se quejan de que unos niños de doce años permanezcan seis horas y media seguidas en el Instituto por la mañana. Desde luego, así no llegamos a ninguna parte. Luego nos quejaremos de que los coreanos nos llevan una delantera tremenda en todo.

Yo reconozco, con bastante vergüenza por mi parte, que fui una criatura impertinente e insolidaria que tuvo la desfachatez de nacer a las seis y veinte de la mañana de un día de agosto, de forma que probablemente le fastidié una noche de verano a un médico y a varias enfermeras que, está claro, tenían cosas más importantes que hacer que una guardia nocturna. Menos mal que casi cinco décadas de educación cívica me han convertido en una buena ciudadana que no duda en autoinculparse y pedir perdón a aquellas personas afectadas y a todos sus descendientes (esto es importante porque probablemente si los nietos de aquéllos no son niños absolutamente felices se debe a traumas familiares que tengan su origen en aquella noche aciaga).

Desde mi paso por el centro de reeducación soy otra persona. Comprendo que antojos semejantes le complicaban mucho la vida a esos seres altruistas y desinteresados que estaban a merced de mis caprichos. Para demostrar que estaba totalmente reformada y para que me dejaran salir y reintegrarme a la vida normal, ya pedí hora para morirme, y me han dado una hora tan civilizada como las 11 de la mañana, de forma que nadie tendrá que madrugar ni trasnochar por mi culpa.

206. Vuelta al pasado

Hay días en que los periodistas, en su afán por informarnos de lo más trascendente que ocurre por el mundo, te dan el post prácticamente hecho. Normalmente me resisto un poco, porque si me dejo llevar mis comentarios serían tan previsibles que anularía cualquier factor sorpresa y os parecería estar leyendo una y otra vez el mismo post. Pero de vez en cuando no puedo remediarlo y me dejo llevar, como hoy, totalmente impactada por el notición que leí esta mañana.

Un calcetín blanco con un manchurrón negrucio se ha subastado al precio de 625 dólares (más de 400 euros).

La prenda, vulgar, hortera y de mala calidad, no pertenece a ningún personaje famoso por ningún concepto, sino al fotógrafo de una página web de cotilleos. Pero fue bendecido con el don de que, estando dentro de unas sandalias, le pasara por encima un neumático del coche de Britney Spears, que salía del aparcamiento de un edificio de consultas médicas en Beverly Hills. Una docena de fotógrafos rodearon el coche de la desprestigiada cantante y mientras ella intentaba avanzar y los fotógrafos se lo impedían, parece ser que uno de los neumáticos pasó por encima del pie de uno de ellos. No es de extrañar que ocurriera algo así, porque tenían el coche completamente rodeado. Por otro lado, al fotógrafo en cuestión no le pasó nada. Sólo quedó la mancha (¡bendita mancha!, dirá él). De hecho, no hubo denuncia por parte del fotógrafo, que no procedía, aunque el fulano ha presentado esa ausencia de denuncia como un alarde de generosidad por su parte. Sinceramente, estoy segura de que si este hombre hubiera podido tener la mínima posibilidad de sacar una buena cantidad la hubiera aprovechado.

El fotógrafo, listillo aunque hortera, (no son cosas incompatibles) ha subastado el calcetín y alguien, cuyo nombre me niego a repetir, por tonto, ha pagado 625 dólares por él.

Me recuerda a esos tiempos medievales en los que, a falta de reliquias, se veneraban trozos de tela que hubieran tocado los restos de algún santo. Esos trozos de tela, llamados brandea, eran venerados como reliquias indirectas, en la creencia de que la santificación de los cuerpos de los santos pasaban también a los objetos que los habían tocado. A falta de un resto de la vomitona del último bolillón de Britney Spears, qué mejor que un calcetín que haya sido tocado por un neumático de su coche. Levantemos, ya que estamos, un altar al chicle que pisó el tacón de Eva Longoria el día que cruzó el aeropuerto de Miami. O pongamos en un relicario el estropajo que fregó la taza en la que Richard Gere se bebió un café el miércoles pasado.

Y posiblemente estas personas que coleccionan fanáticamente objetos absurdos se sientan a miles de años luz por encima de aquellos incultos campesinos del siglo VIII.

205. Mi primera denuncia

Excelentísima Sra. Doña Leire Pajín, Ministra de Sanidad:

Animada por el estímulo recibido desde ese ministerio para denunciar conductas que impidan nuestra pacífica convivencia y consciente de que el principal problema que sufren los españoles es el nunca suficientemente denostado machismo (verdadero culpable del estado de pobreza e incluso miseria que sufre la cuarta parte de la población, amén del terrorismo, la contaminación, la corrupción política, la inseguridad ciudadana, el bajísimo nivel educativo y el colapso de la economía), me lanzo a poner mi granito de arena denunciando la última campaña publicitaria de la cadena de perfumerías Bodybell, perversa donde las haya.

Con motivo del Día del Padre han inundado sus escaparates con unos rótulos altamente insultantes y absolutamente discriminatorios para las mujeres. Venciendo mi natural repugnancia, ilustro esta denuncia con uno de ellos, para que sea evidente a todos la razón de mi indignación.

Evidentemente, una persona de la altura intelectual que usted posee no necesitará más explicaciones, pero como esta denuncia será recibida por algún subalterno suyo, que no tendrá su aguda inteligencia (de otra forma sería ministro de algo), condesciendo a aclarar el motivo de mi indignación.Es decir, según este cartelucho, mamá queda relegada a ese papel secundario, de adorno, que es ser primera dama, para el que no hay que tener más mérito que el haberse casado con el hombre adecuado. Un florero, vamos. Ni siquiera se plantea la posibilidad de que mamá sea Presidenta.Para colmo, se usan las palabras “papá” y “mamá”, en una evidente discriminación de cualquier otra forma de familia que no sea la obsoleta familia tradicional. Exijo que todo el peso de la ley caiga sobre los responsables de esta aberración.Rizando ya el rizo de lo execrable, los responsables de la campaña han creado una especie de concurso que se anuncia de la siguiente forma:

Comprendería que a estas alturas ya le hubiera estallado la aorta de la indignación, pero sé que los ministros están hechos de una pasta especial (en su caso pasta de harina refinada, es evidente). Por eso estoy segura de que todavía mantiene el pulso firme y serenamente convendrá conmigo que corromper las tiernas y maleables mentes infantiles con la perversa idea de que “papá” debería ser presidente es una conducta que tiene que ser duramente reprimida.

204. La bruja Lola y el tiempo para mañana

Leo en “El País” la predicción meteorológica para mañana en Madrid (para mañana, ¿eh?, que no hablamos para dentro de un mes) y dice que “es posible que haya precipitaciones”. O sea, que puede haberlas y puede que no las haya. Y que “si las hay, pueden ser moderadas o abundantes”, que son dos opciones bastante diferentes, creo.

¿Esto que es? Casi mejor preguntarle a la Bruja Lola.

196. Se busca cuerpo bonito para cerebro pasable

Todos hemos oído alguna vez la historia de que si tal o cual personaje está congelado tras morir, esperando que la ciencia en el futuro encuentre la forma de ponerlo otra vez en circulación.

Inciso: ¿Las personas que han pagado una pasta por estar ahora dentro de un frasco metálico son conscientes de que esperan que se halle no sólo la cura a una determinada enfermedad y a los múltiples deterioros producto de la edad, sino también ni más ni menos que la resurrección (puesto que se congelaron ya muertos)?

Lo cierto es que el negocio no debe ser muy boyante. No creo que haya listas de espera precisamente. Por eso, para animar a los consumidores, se nos ofrece otra posibilidad, más baratita: en lugar de congelarlo entero, le congelamos sólo la cabeza. Y con un trasplante de cerebro todo arreglado.

Una empresa rusa, KrioRus, ofrece, además de la ya conocida congelación del cuerpo completo (30.000 dólares de vellón), la posibilidad de congelar exclusivamente la cabeza (¡¡¡gran oferta, sólo 10.000 dólares!!! Y además, si Rusia gana el próximo Mundial de Fútbol se le reintegra el dinero a los clientes que contraten el servicio desde ahora hasta entonces).

Vamos a dar por hecho lo más difícil: la ciencia ha avanzado de tal forma que no sólo domina ya la técnica de los trasplantes de cerebro, sino que además es capaz de vencer la, hasta ahora, insuperable destrucción y desaparición de un mero órgano congelado. Hoy por hoy no se pueden congelar más que células. Cualquier otra cosa (cuerpos enteros, órganos) se iría destruyendo a pesar del proceso de congelación. En fin, pongámonos en lo mejor e imaginemos un futuro en el que todos esos obstáculos son simples pamemas. A mí lo que me tiene muy preocupada es la cantidad de decisiones que habría que tomar entonces y quién debería tomarlas. A saber:

– ¿En qué cuerpo se trasplantaría nuestro cerebro?

– Supuestamente que hubiera un voluntario, ¿quién decidiría si ese cuerpo le gustaría a nuestro cerebro todavía congelado y, por ende, imposibilitado de dar su aprobación? Recordemos que pueden haber pasado cientos de años desde la congelación de nuestro cerebro. A ver qué pariente lejanísimo va a querer hacerse cargo de tamaña responsabilidad.

– ¿Qué pasaría si, una vez realizado con éxito el trasplante, no estamos de acuerdo con el resultado final?

– Ante cualquier disyuntiva (por ejemplo, al dueño del cerebro le encanta la fabada; al dueño del cuerpo ni le gusta ni le cae bien), ¿quién tiene el mando?

– Las personas que tengan algún tipo de derecho o compromiso legal con el propietario del cuerpo, ¿cómo verían modificada su situación? Por ejemplo, yo consigo que mi cerebro vaya a parar al cuerpo de una maciza increíble. Mi pareja y la pareja de la maciza, ¿cómo se tomarían el tema de una “custodia compartida”?

Uff, sólo de pensar en las múltiples situaciones que se pueden presentar me entra, además de la risa floja, una pereza espantosa para encontrar soluciones y una falta de confianza total en que estos inconvenientes pudieran ser superados alguna vez. Y no me refiero a los tecnológicos y médicos, sino a los personales.



195. Verde y rojo (rojo sangre)

Los ecolofanáticos ya tienen un nuevo santo en su santoral. Se trata nada menos que de Genghis Khan. Sí, no estoy diciendo ningún disparate.

A los pueblos y civilizaciones que se ponían en su camino sólo les quedaban dos opciones: ser aniquilados o emigrar a otras tierras. Unos 40 millones de personas fueron aniquiladas. Muchos otros millones debieron quitarse de en medio. En resumen, tras de él quedaron enormes extensiones de tierra desiertas durante años o, quizás, generaciones. Eso provocó que en esas tierras, antes dedicadas al cultivo, la naturaleza salvaje volviera por sus fueros, y volvieran a crecer bosques en parte de ellas.

Algún pobre desgraciado con una vida muy vacía se ha dedicado a calcular cuántos millones de toneladas de CO2 se evitó enviar a la atmósfera (dice que más o menos unos 700 aunque, claro, el individuo tiene la ventaja de que no creo que haya otro ser tan patético como para dedicar tiempo a comprobar si el dato es acertado o no). En fin, que el sanguinario mongol era en realidad un pacífico verde que trató de aportar su granito de arena a la cuestión conservacionista. Y si se enfadaba y exterminaba a ciudades enteras con mujeres, niños y ancianos incluídos era por que pasaban los años y no le daban ni un premio Príncipe de Asturias ni nada.


Si contamos con que entre Stalin, Hitler, Mao, Pol Pot, Saddam Hussein, Begin, Idi Amin Dada, Videla, Pinochet, Tito, los Duvalier, Somoza y otros pocos se han llevado por delante a unos 200 millones de personas, podemos entretenernos calculando cuántos recursos hemos ahorrado, cuántos combustibles fósiles hemos dejado de quemar, etc.

Siempre está la posibilidad de ver el vaso medio lleno.


190. Palabras raras

Hoy, un grupo de 4º de ESO ha estado partiéndose de risa un cuarto de hora al oir dos palabras: vernácula y goliardo. Y es que estaban convencidos de que aquello debía ser una broma, que esas palabras no podían existir en realidad.

187. Un clásico

No recuerdo haber escrito anteriormente un post sobre el tema así que, tarde o temprano, tenía que caer. Me refiero a las búsquedas por las que llegan muchas personas a nuestros blogs llevándose, me imagino, grandes desilusiones. Un clásico, vamos.

El post de las enfermeras holandesas ha sido una fuente inagotable de llegadas al blog: “pornoenfermeras”, “enfermeras psicópatas”, “enfermeras cachondas en ligero” y multitud de variantes. ¿Estará relacionado con lo de las enfermeras “Doctores violando”? Destaco, por su corrección y educación, a “Porno enfermera en español por favor”. Agradezco en nombre de Google que, más que le pidan las cosas por favor, está acostumbrado al imperativo, a la impaciencia, al ordeno y mando, como el que llegó a mi blog con la frase “Quiero ver lo que está en el canal 12 lo que están dando ahora mismo ya mismo”.

El post sobre Lady Di, en el que la llamaba pertarda, ha suscitado búsquedas sobre petardas concretas (“petardas megan fox”, “patricia conde petarda”) y sobre otras sin identificar (“www.petardas.com2010”, “petardas mundiales”, petardas económicas” o “petardas ejercicios”). Esta última parece una interesada en conocer un método de entrenamiento para convertirse en petarda, dado que está constatado que la que se convierte en una petarda famosa puede ganar mucho dinero con un mínimo de esfuerzo. Numerosos programas de Telecinco dan fe de ello. Mensaje al de “petardas económicas”: No te hagas ilusiones, las auténticas petardas se cotizan alto.

Un grupo de personas ha llegado buscando a un experto en Séneca (no el filósofo cordobés, sino el portal de la Junta de Andalucía al que estamos encadenados los profesores para casi todo): “cómo imprimir mi nómina desde Séneca” o “saber contraseña de seneca a partir de usuario”. Al primero le aconsejo que pregunte a cualquier compañero que tenga al lado en la sala de profesores, acabará mucho antes. Debe ser también profesor quien pregunta “¿Se pueden grabar las reuniones de un claustro de profesores?”. Pues mira, así, sin consultar, te diría que no. Pero, aunque se pudiera, ¿de verdad tienes interés en el tema? Porque son las reuniones más aburridas del mundo, incluso cuando llegan a extremos parecidos a un “debate” de La Noria, lo son, porque el tema en discusión suele ser algo tan soporífero como el ROC o la distribución de presupuestos por departamentos.

Entre las omnipresentes búsquedas guarras (aparte de las referidas a enfermeras) he encontrado “¿Donde veo fotos de niñas de 7 y 8 y 9 y 10 años desnudas?”, “niños y niñas dándose besos” (que no creo que se refiera a esas imágenes cursis de postales con frases más cursis todavía sobre la amistad y esas cosas), “viejos guarros” (me da que no se refiere a viejos que no se lavan), “corridas en la cara”, “ligando al sobrino” o “mujer vacunando ganado” (el hecho de que esa persona busque que sea específicamente una mujer la que maneje la jeringa me hace pensar en un interés no veterinario, precisamente, sino al hecho de tener cierta fantasía con esa imagen). Puede ser también una fantasía extraña “moza con bandeja”. Si se os ocurre otra posibilidad para esta última, decídmelo, que a lo mejor soy muy mal pensada.

En el apartado de peticiones incomprensibles incluyo a “agujas de schilder juanetes 2010” o “librerías de cencerros”. Por más que discurro no atino qué podían estar buscando estas personas.

En fin, dado que todos hemos pasado en nuestros blogs por búsquedas raras, repugnantes o desternillantes, no estoy descubriendo América, así que tampoco voy a estirar el tema como un chicle. Terminaré mencionando cuatro muy diferentes entre sí, que me han llamado la atención:

“Palabras alusivas cumple 50 años mujer”. Con esta voy a ser bien pensada y a imaginarme a un caballero que quiere felicitar a su pareja por su 50 cumpleaños, pero de forma que ella se sienta bien, hasta contenta de ello, y busca ideas alejadas de las clásicas bromas que tanto duelen en estas circunstancias.

“Cómo instalar un consultorio esotérico”. No me explico, si vas a instalar un consultorio esotérico, por qué acudes a Google y no a tu bola de cristal, a tu mazo de cartas o a los posos del té.

“El caso del bañador del profesor de mates (resumen)”. ¡Wow! Un profesor de mates en bañador. Y ha propiciado un “caso” tan interesante como para esperar que aparezca en internet. Y la anécdota es lo suficientemente extensa como para pedir un resumen. Me ha picado la curiosidad, esto tengo que averiguar qué es.

“Qué es quejarse”. O esta persona no se ha quejado nunca, con lo cual es un bendito, o su vocabulario es muy, muy limitado. En cualquier caso da un poco de pena.

_________________________________________________
P.D.: “El caso del bañador del profesor de mates” es un libro infantil de Joachim Friedrich. Misterio resuelto.

lunes, 9 de septiembre de 2019

186. Los rojos no usaban sombrero

A Rodríguez, como es un indigente intelectual, resulta muy fácil engañarlo, lo mismo que después de la guerra la gente se dejó engañar borreguilmente por la publicidad de los sombrereros, que aseguraban que “los rojos no usaban sombrero”. Y todo el mundo, temeroso de esas denuncias anónimas que tenían detrás exclusivamente venganzas personales, revanchas y planes para apropiarse de los bienes de otros (uy, no, las denuncias anónimas son una cosa democrática y por nuestro bien, Pajín dixit), se compraban una docena de sombreros, si era necesario, aunque tuvieran que dejar de comer. Lo importante era no darle facilidades al que pudiera tener un motivo para odiarnos.

Aquellos pobre semianalfabetos estaban disculpados, porque no tenían la sobredosis de información e imágenes que tenemos actualmente. Si hubieran tenido Google a mano en un minuto hubieran visto docenas de fotos de Stalin, Lenin, Trotsky o el Ché con la cabeza cubierta.

Pero Rodríguez no tiene disculpa cuando se ha creído eso de que fumar y beber es de fachas. En un discurso ante el Comité Federal del PSOE, el 3 de septiembre de 2005, afirmó sin pestañear siquiera: “Disuadir del consumo del alcohol y el tabaco es de izquierdas”. Y por eso desde entonces se esconde para beber y fumar.

Porque, sí señores, Rodríguez fuma y bebe alcohol. Y además lo hace en lugares de trabajo, durante su jornada de trabajo y delante de otros trabajadores, cuyos derechos como fumadores pasivos no respeta. Mas fue el primero que se chivó, contando que durante la negociación del Estatut se habían fumado hasta las hojas de los geranios. Pero en el 2009, ya con la anterior Ley del Tabaco en vigor, trabajadores de La Moncloa comentaron que el nerviosismo de Rodríguez por cómo iban poniéndose de feas las cosas le había hecho aumentar mucho el consumo de cigarrillos.

También fuma en los aviones, concretamente en el avión de la Fuerza Aérea Española que usa para sus desplazamientos incluso cuando va a Londres de compra con Sonso y las niñas. Así lo cuenta en su libro “Viajando con ZP” (2007, editorial Debate) el periodista Javier Valenzuela. Qué suerte, los ciudadanos de segunda que no viajamos en aviones privados ni oficiales hace ya años que no podemos fumar en los aviones.

Venga, Rodríguez, por si eres tan lerdo delante de un ordenador como lo eres para otras cosas, te lo voy a poner facilito. Aquí tienes un par de imágenes de señores de izquierdas fumando: En la foto de grupo aparece Stalin, aunque es difícil de reconocer porque está más joven que en las imágenes que estamos acostumbrados a ver de él. Está de pie al fondo y lleva sombrero negro. Uy, ahora que lo pienso, son rojos y ambos llevan sombrero. ¿Ves, Rodríguez, como no hay que creerse todo lo que a uno le digan? Con lo fácil que es investigar un poquito.

Y ahora te voy a contar una cosa que SÍ es muy de izquierdas, y no de la izquierda de ahora, que no es ni chicha ni limoná, sino de la de verdad.

Por ejemplo, “la homosexualidad es un vicio burgués y una perversión fascista” (Stalin dixit).

Para Engels (El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado), la homosexualidad resultaba “abominable” y “despreciable”. Además, era una “monstruosidad moral”.

Para Marx, la alteración de las relaciones humanas fuera de la pareja monógama era una aberración, (…) “la relación de un hombre con una mujer es la relación más natural de un ser humano con un ser humano”. Es más, llamaba “estúpidos maricones” a los autores que defendían el amor libre.

Gorki, en su artículo “Humanismo proletario”, argumentaba: “En los países fascistas, la homosexualidad, azote de la juventud, florece sin el menor castigo; en el país donde el proletariado ha alcanzado el poder social, la homosexualidad ha sido declarada un delito social y es severamente castigada. En Alemania ya existe un lema que dice: Erradicando a los homosexuales, desaparece el fascismo”.

En marzo de 1934, se introdujo una nueva ley en la URSS, resultado de la intervención directa de Stalin, en el código penal: los actos homosexuales fueron castigados con hasta ocho años de cárcel. La prensa soviética emprendió una campaña contra la homosexualidad, que calificó de signo de degeneración humana. Se identificaba homosexualidad y pederastia: “En el proceso de liquidar recientemente un contubernio de pederastas con sede en Moscú y Leningrado, el OGPU [la policía secreta] ha descubierto la existencia de salones y tugurios en los que se han celebrado orgías (…) los pederastas han pervertido a jóvenes perfectamente sanos, a hombres del Ejército Rojo, de la Marina, a estudiantes. No disponemos de una ley que nos permita enjuiciar criminalmente a los pederastas (…) Yo consideraría esencial en esta cuestión la aprobación de una ley adecuada, que dé a la pederastia la categoría de crimen. De ese modo se procederá a una exhaustiva limpieza de la sociedad…” (Informe realizado por Yagoda en 1933: Donald Rayfield, Stalin y los verdugos, Taurus, Madrid, 2003).

En Alemania, August Bebel, autor de la obra más leída por los militantes socialistas del SPD, La mujer bajo el socialismo, aseguraba que “el crimen contra natura” era patrimonio de las clases altas y burguesas, en su degeneración. El Münchner Post, diario del SPD, había publicado una serie de artículos, bajo el genérico título de “Nacional Socialismo y Homosexualidad”, entre los que incluían trabajos como “Hermandad de Mariquitas en la Casa Parda” (en referencia a la sede del Partido Nazi en Múnich). El 14 de abril de 1931 acusaba a la cúpula de las SA de ser homosexual; y nueve días más tarde, a Röhm, de pagar prostitutos. La también socialista Rheinische Zeitung advertía a los padres de que tuvieran cuidado con poner a sus hijos en manos de los homosexuales de la Hitlerjugend.

Los homosexuales sufrieron persecución pública, segregación social, castigos físicos y cárcel durante y después de la Revolución Cultural en China, como parte de la purga lanzada a nivel nacional por Mao contra todos los “elementos contrarrevolucionarios”. El gobierno comunista los calificó públicamente de “enfermos mentales”, situación que perduró hasta 2001, y los confinó en centros de detención y campamentos de reeducación.

El mismo Fidel Castro ha asumido recientemente su culpa por la persecución de homosexuales en Cuba. Poco después de triunfar la revolución cubana, el Gobierno envió a los homosexuales a campos de trabajos forzados.

Y ya en España, no hay que olvidar a Tierno Galván, que, en una famosa entrevista de Interviú en enero de 1977, cuando era líder del PSP, al ser preguntado por la homosexualidad, respondió definiéndola como algo indeseable, “una desviación del instinto”. Añadió: “No creo que se les deba castigar. Pero no soy partidario de conceder libertad ni de hacer propaganda del homosexualismo. Hay que poner límites a este tipo de desviaciones”.

Aaaay, Rodríguez, que entre unas cosas y otras cada vez pareces más facha.

185. Pues no


183. Arrepiéntete, pecador

¿Te sientes una persona de bien porque has llegado a la conclusión de que todos los hombres son unos asquerosos rufianes y todas las mujeres unos seres extraordinariamente bondadosos e inteligentes? ¿Estás incómodo por estar rodeado de andaluces, murcianos, castellanos, gallegos, riojanos, canarios o madrileños, cuando en realidad querrías tener como vecinos a una familia de gitanos rumanos y a un grupo de senegaleses vendedores de dvd’s piratas? ¿Estás dispuesto a encañonar con una escopeta de caza a los novietes que se eche tu hija de 14 años a la espera del día en que un marroquí le eche el ojo para ocultarla bajo un niqab? ¿Piensas que por haber contestado “sí” a todas las preguntas anteriores has evolucionado a un estado superior, lejos de discriminaciones y odios irracionales? Pues estás equivocado.

Es posible que hayas eliminado de tu mente todo rastro de machismo y xenofobia, pero no pienses que mereces aún ser considerado persona. Aún eres un monstruo, porque eres especista. No eres mejor que aquel que desprecia a otro ser humano por razón de su sexo o su raza. Estás haciendo lo mismo que ellos, estás considerando inferior a otro animal simplemente porque pertenece a una especie diferente a la tuya. En tanto no te conviertas en vegano no nos vengas con excusas ni pamemas. Mientras uses lana o cuero para vestir, que sepas que eres un ser despreciable. “El racista viola el principio de igualdad, al dar mayor peso a los intereses de los miembros de su propia raza, cuando hay un conflicto entre sus intereses y los de otra raza. El sexista viola el principio de igualdad, al favorecer los intereses de su propio sexo. Igualmente, el especista permite que los miembros de su misma especie, sobrepasen los intereses de los miembros de otras especies. En cada caso el patrón es el mismo. Racismo, sexismo, especismo”.

Nuestros valientes activistas se juegan la vida en arriesgadas acciones para hacerse visibles ante esta sociedad despreciable: en los últimos días han rescatado a 11 gallinas de una granja y a 2 corderos de otra.

Pero todavía queda mucho trabajo por hacer. Reconocemos con humildad que quedan muchos flecos sueltos. Debemos concienciar a nuestros hermanos no humanos para que ellos también dejen de ser especistas: al león para que no mate antílopes, a la araña para que se aficione a las bellotas, a la rana para que aborrezca las moscas, las babosas o las lombrices. Evidentemente, todo eso cuesta dinero. Por ello, te pedimos que hagas una donación o pagues una cuota de socio. En Igualdad Animal emplearemos bien tu dinero.

Y recuerda:


181. El catón de los horteras

El 4 de mayo de 1976 salía por primera vez el periódico El País. Teniendo en cuenta que han pasado casi 34 años, creo que no les vendría mal repasar el editorial del primer número. Aunque trataba de un tema político que no tiene nada que ver con lo que voy a comentar, un trozo de frase y el último párrafo harían enrojecer de vergüenza (si la tuvieran) a aquellos que hayan vivido lo suficiente para ver en qué se ha convertido el diario.

Ese periódico que nació con aires de superioridad moral se ha convertido en un choni-diario. Muñoz Molina, en su blog, se llevaba las manos a la cabeza tras comprobar que dedicaban la portada de su suplemento dominical a Belén Esteban, esa barriobajera lerda y mala persona. Después de esto ya no se puede caer más bajo. Ni siquiera para criticar, un medio nacional se puede dar por enterado de la existencia de ciertos seres. ¿Qué fueron de esas ínfulas que se han dado siempre, pretendiendo ser un referente ético, político y cultural?

El último párrafo de ese editorial decía lo siguiente:

Y esto es cuanto queríamos decir en nuestro primer día de existencia. Si como saludo resulta intemperante, acéptese al menos como inicial impresión de un diario recién nacido que, apenas abre los ojos y mira en torno suyo, no tiene otro remedio que pronunciar de nuevo las palabras de Ortega, tan entrañables para nosotros: Desde luego, señores «no es esto, no es esto».

 Da la impresión de que el recién nacido, después de abrir los ojos y repetir la frase de Ortega, volvió a cerrarlos lo suficientemente satisfecho consigo mismo como para pensar que ya había cumplido su misión en la vida. Debería abrirlos de nuevo, aunque ciertamente su vista peligraría al comprobar cómo una tiparraca zafia y sin ninguna cualidad apreciable (que ya es difícil decir eso de una persona) ocupa semejante lugar.

En otro lugar de ese titular una frase empezaba “En este primer número de un periódico que nace al amparo de una convicción irrenunciablemente democrática…”. Posiblemente por lo irrenunciable de esa convicción democrática han decidido que si hace unos días abrieron sus páginas a las chonis de extrarradio, ahora tocaba dedicarles un espacio a los horteras con dinero. Así, en una burla sangrienta de la situación de millones de españoles, haciendo oídos sordos deliberadamente a la realidad de que si no fuera por CARITAS y otras instituciones, un alarmante porcentaje de la población española pasaría HAMBRE (sí, como en la postguerra) y estaría en la calle con sus cuatro trapos porque nadie les pagaría sus alquileres o sus recibos de luz, el suplemento de viajes nos ofrece diez destinos para que pasemos unas vacaciones de superlujo. Entre “ecobuceo en Bora-Bora”, “alquilar una de las Islas Vírgenes” o “esquiar con la beautiful people” no olvida su actual vocación hortera y nos propone ir a Las Vegas a comer la hamburguesa más cara del mundo. Sólo la hamburguesa cuesta 5.000 dólares (sin incluir tasas), pero nos avisan que volar al paraíso de la ordinariez y el mal gusto en Bussines Class puede costar 7.000 más. Y aparte el hotel, claro, donde es muy probable que perdamos la poca visión que nos dejó la contemplación del desagradable rostro de bruja de Belén Esteban a causa de los brillos de los falsos oros, la saturación de espejos, mármoles y lentejuelas. Porque hay que reconocer que horteras hay en todas partes, pero a un hortera norteamericano con dinero no le puede ganar nadie.

El País, nuevo manual de mesa de noche para ejemplares como Paquirrín, ex-concursantes de Gran Hermano u otros seres con menos actividad cerebral que una ameba en coma, por más que parezcan seres humanos vivos. Treinta y cuatro años y mucha soberbia les ha costado llegar a eso.

180. Al final resulta que somos unos angelitos

Ya va tocando post navideño, que este año llevo mucho retraso. Este año le voy a dedicar la entrada a esas gentes tan avanzadas, modernas, concienciadas y ecologistas que en vez de martirizar a los animales como los bárbaros españoles (los catalanes no, ojo, estoy nombrando sólo a los españoles, esos bestias que matan toros), les dan ese protagonismo tan tierno como es ponerlos a tirar del trineo de San Nicolás. No hay niño del norte de Europa que no conozca los nombres de los nueve renos que ayudan a repartir los juguetes: Donner, Blitzen, Vixen, Cupid, Comet, Dasher, Dancer, Prancer y Rudolph. Lástima que el añadido de Rudolph a última hora estropeara la paridad, porque al principio eran ocho, cuatro machos y cuatro hembras. Pero, en fin, se les puede perdonar, porque la perfección absoluta no existe.En realidad, el añadido de Rudolph es de lo más políticamente correcto, porque se debe a la necesidad de integrar a un reno que siempre fue mal visto y discriminado por su manada, que se burlaba de su extraña y chistosa nariz roja, que emitía luz propia porque era un foco que puso una hada. Esto fue así hasta un día de Navidad en el que se había desatado una gran tormenta de nieve, que imposibilitaba que el trineo de San Nicolás, con sus tradicionales ocho renos, pudiera comenzar el viaje para repartir los regalos. Así fue como San Nicolás conoció a Rodolfo, y lo puso al frente de los demás renos, para que con la potente luz de su nariz los pudiera guiar en el difícil viaje. Desde ese momento, todas las Navidades, Rodolfo trabaja junto a Santa Claus, y es respetado y admirado por el resto de su manada. Así que perdonamos el bollo por el coscorrón, y postergamos momentáneamete la paridad por mor de la integración de los marginados. Ahora sí que resulta una historia perfecta.

Pero… ¿qué veo? Resulta que esos civilizados nórdicos en realidad tratan fatal a los renos… ¡Dios mío, no sólo se los comen, sino que los arrancan de su vida salvaje y libre en medio de un enorme estrés! Están los renos tan felices entre los árboles nevados y llegan unos seres desconocidos, que sin mediar provocación los rodean con helicópteros y vehículos de nieve, los acosan, los meten a tirones en remolques, les sierran los cuernos de mala manera para que entren más en cada camión, sin importarles que con los extremos aserrados se hieran al rozarse entre ellos y sangren durante todo el viaje. Y finalmente los sacrifican para comérselos, utilizando cuchillos y otros métodos igualmente crueles.

¡Vaya! Y yo que pensaba que esas cosas sólo pasaban en España… ¡Qué desilusión! Pero me pregunto dónde están esos activistas a los que hace tiempo no se les ve tirarse desnudos en el suelo embadurnados con pintura roja. Claro que, ahora hace demasiado frío. En verano el numerito de fingirse animales muertos puede resultar hasta agradable, pero nuestros esforzados defensores de los animales deben estar ahora mismo tomándose una copita de anís junto al brasero.

Bueno, no voy a precipitarme en mis juicios, a ver si soy una mal pensada y están aprovechando que en el hemisferio sur está empezando el verano y se encuentran allí recorriendo las ferias taurinas de Colombia, Perú o Ecuador para exigir también en esos lugares que se acabe con la barbarie de las corridas. Al fin y al cabo, hace sólo unos días que terminó la famosa feria de Quito, y ahora mismo los festejos taurinos se extienden por aquellos extensos territorios. Teniendo en cuenta que se trata de personas coherentes y sacrificadas no dudo que en realidad estén, por ejemplo, en Bolivia, protestando contra los corridas que allí se celebran, como se muestra en el cartel que, aunque correspondiente al mes de mayo y formado por toreros españoles y peruanos, es un ejemplo de que a pesar de tener un presidente que declara dar culto a la Pachamama, la Madre Tierra, y fue nombrado en 2009 por el Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas nada menos que “Héroe Mundial de la Madre Tierra”, ni se ha pronunciado hasta el momento contra las torturas de animales ni ha emprendido ninguna iniciativa para eliminarlas.

Eso sí, con los compatriotas de Evo nuestros activistas tienen un duro trabajo. Sus hermanos indígenas no sólo ahorcan y decapitan perros como protesta contra sus políticos

sino que también son aficionados a las peleas de toros

a las peleas de gallos

y a las peleas de perros.

De hecho, el trabajo que les espera allí es mucho más arduo de lo que parece. Lo de España va a resultar a su lado una tontería, y Pajín y Aído deberían sumarse inmediatamente con todas sus asesoras oficiales/amigotas/compañeras de copas y jarana, porque los hermanos indígenas también se divierten ¡¡¡con peleas de mujeres!!!

Ay, ay, ay. Esto me hecha por tierra completamente la teoría del buen salvaje. Se impone que Mari Trini dedique inmediatamente una subvención de varios millones de euros para reeducar a estas buenas pero equivocadas gentes. Al fin y al cabo, hace poco estuvo allí y le regalaron un poncho muy bonito. Nada más justo que se lo compensemos con unos cuantos proyectos de concienciación.

179. La peluquera derrotada

Para entrar en una peluquería de señoras y no salir con la absoluta convicción de que te han hecho en el pelo justo lo contrario de lo que pediste hay que desarrollar unas tácticas de supervivencia y combate cuerpo a cuerpo que sólo se aprenden después de muchos sofocones. Las peluqueras, por lo general, hacen oídos sordos de tus indicaciones y con estudiada perversidad van convirtiendo tu cabeza en algo que nunca imaginaste que fuera posible.






El sábado decidí que esta vez no ocurriría lo de siempre y entré en la peluquería decidida a vencer a las fuerzas del mal, preparada psicológicamente para decir “no” las veces que fuera necesario, repitiendo como un mantra “eres fuerte, más fuerte que ella, puedes conseguirlo”. Esta vez la torturadora que me tocara en suerte no lograría torcer mi voluntad, vencer mi resistencia, apartarme de mi idea original.

Pero son malvadas y no se rinden fácilmente. Intentan engañarte y te ponen en primer lugar en manos de alguna chica encantadora que hace que bajes la guardia y te descuides. Me atendió primero una chica muy simpática que me lavó el pelo y me puso un tratamiento, muy caro pero que me deja el pelo de maravilla para bastantes semanas. Me lavó con un champú especial, me aplicó una mezcla de dos ampollas, luego una mascarilla, después 10 minutos al vapor (para que la mascarilla hiciera efecto) y terminó volviéndome a lavar el pelo y dándome un masaje en la cabeza que hizo que casi me durmiera. Estuvo muy amable todo el tiempo, no me dio la lata con conversaciones insustanciales e hizo su trabajo con rapidez y eficacia. Me dijo que antes de irme la buscara para que viera cómo me había quedado.

Y entonces llegó ella. Se llamaba Tamara, pero podría haberse llamado Tocanarices, Soyidiotaquetecagas, Voyahacerloquemesalgadelosovarios o Llevounpalodeescobametidoporelculo. Observó mi pelo, llegó a la conclusión de que yo no merecía que me atendiera una artista como ella y puso la mueca de desprecio correspondiente, que ya no abandonó hasta que salí por la puerta. No le di opción a hacer sugerencias, y le dije que me recortara las puntas pero que no se pasara de 1’5 cm., dicho con un tono que venía a significar “como me recortes 2 cm. te mando a un tipo que te rompa las piernas”.

No se resignó a callarse y me preguntó qué champú usaba, con una cara de asco como si pensara que llevaba toda la vida lavándome el pelo con mierda de gato. A mi respuesta de “con un champú normal con acondicionador”, una malévola sonrisa de triunfo asomó a su cara. “Pues no deberías, porque tienes descamación”. Le contesté que ya lo sabía, pero que eso no se arreglaba con un champú determinado. Que llevaba 40 años yendo al dermatólogo, que habían probado de todo (incluso me tuvieron unos meses lavándome el pelo con una pastilla de jabón de glicerina) y que un champú no era solución. Evidentemente el mensaje subliminal era “¿te crees que sabes más que dos generaciones de catedráticos de dermatología, guapa?”.

Entonces me sugirió que me secara el pelo usando el difusor del secador y aplastándomelo mientras tanto con los dedos. Mi respuesta fue igualmente contundente. “Uff, ni hablar. Me voy a gastar 120 euros en total y no para salir como si llevara un estropajo viejo en la cabeza”. Le debió sentar fatal, porque así es como lo llevaba ella, pero el tono inocente con el que lo dije daba a entender que no me había percatado de ese detalle. Me adelanté a otra sugerencia y le dije que quería que me cogiera rulos lo más gruesos que pudiera y me lo secara con el secador de casco. Sabía lo que venía a continuación, pero esperé a que tuviera el tubo de espuma en la mano para decirle que no quería espuma. Me encantó llevarle la contraria de nuevo.

Me cogió los rulos con la misma saña que un interrogador de la Gestapo torturando a un prisionero, clavándome siempre que podía las agujas que sujetan los rulos, pero en ningún momento se me borró la sonrisa de la cara. Sólo le quedaban dos opciones: o yo era inmune a sus torturas, o en realidad estaba perdiendo facultades y le fallaban sus malvadas maniobras. Después de seco le dije que me deshiciera los rizos con los dedos. Llegados a este punto, lo que suelen hacer es esperar a que tengas el pelo perfecto para, en vez de parar, seguir con la maniobra y empezar, a partir de ahí, a estropearlo. Pero cuando ya tenía el pelo a mi gusto le solté un “¡Ya!” dispuesta, si hiciera falta, a hacerle una llave de karate para inmovilizarla.

Cuando vi que echaba mano del bote de laca la paré en seco con un gesto y le dije que nada de laca, que no pensaba llevar el pelo como una especie de casco de cartón como las abuelas. “Pero te vas a despeinar pronto”. “Bueno, eso es lo que le suele pasar a todo el mundo, que te despeinas con el viento, pero te atusas un poco con el peine del bolso y asunto arreglado. Es preferible un aspecto natural un poco despeinado que el acartonamiento de la laca”. Pasó entonces la chica que me había lavado la cabeza y me dijo que me había quedado precioso, lo que debió resultar un traumazo para Tamara. Una peluquera de menos categoría que ella me alababa el resultado de hacer todo lo contrario de lo que Tamara había sugerido. Para colmo, la señora del sillón de al lado confirmó que estaba precioso y que quería que la peinaran exactamente igual.

Hoy ya es martes y mi peinado sigue igual de bonito. En lugar de levantarme el domingo con un amasijo ingobernable a causa de la espuma y la laca, el peinado sigue con un aspecto igual de natural, a pesar de la humedad y el hecho de que estoy a todas horas en la calle y en estos días todo el mundo me ha dicho que llevo el pelo precioso.

domingo, 8 de septiembre de 2019

177. El mundo del jugyete contra Super-Bibi

Hay días en los que compadezco a nuestra querida Bibi (es ya la protagonista de tantas entradas que si este blog diera dinero, honradamente tendría que darle parte de las ganancias). Todo el universo parece aliado contra ella, contra sus desvelos, contra sus logros, contra sus ideas.

Los hombres siguen matando a sus parejas, obstinados, a pesar de leyes, pulseritas, órdenes de alejamiento, eliminación de la presunción de inocencia, etc. Es cierto que la historia nos demuestra que las leyes nunca impidieron la comisión de delitos. Cuando en Inglaterra te ahorcaban por robar un pan, la ejecución pública del ladrón no sólo no servía de escarmiento, sino que durante el espectáculo que se ofrecía al respetable, en un intento de que el castigo resultara ejemplarizante, muchos otros ladrones aprovechaban la bulla para despojar a los espectadores del ahorcamiento de relojes y carteras. Si Bibi pensó que su Ley iba a acabar con esta situación, se ha equivocado de pleno.

a absurda deriva de la diplomacia española la pone constantemente en un brete, viéndose la pobrecita en la tesitura de no poder manifestarse contra burkas, matrimonios forzados, marroquíes que insultan a las policías de la frontera por el hecho de ser mujeres, etc.

Las adolescentes y jóvenes españolas siguen perpetuando los modelos machistas y patriarcales de generaciones españolas. Los estudios realizados en 2008, 2009 y 2010 lo confirman. Como esos chicos y chicas tienen ahora entre 15 y 20 años, Bibi va a tener quebraderos de cabeza para mucho tiempo.

Pero todo eso ha sido “pecata minuta”. Ahora viene lo peor, porque se acercan ¡¡¡los regalos de Navidad!!! Y ya se sabe que, por muchas campañas de sensibilización contra el sexismo en los juguetes, las niñas van a seguir pidiendo lo que ven en los anuncios y en los catálogos. El año pasado salió el “Bebé goloso”, que mueve los labios y hace ruiditos fingiendo que toma el pecho. Así las niñas pueden ir acostumbrándose a la idea de que su sitio está ahí, enchufada al bebé.


La idea debió resultar un éxito porque la empresa saca este año un complemento para las que tienen ya el muñeco: el sacaleches para el bebé goloso, que funciona en combinación con un “biberón mágico” de esos que se llenan cuando se colocan en determinada posición. Así las nenas pueden ir al colegio o a jugar al parque con la tranquilidad de que alguien le puede dar el biberón al muñeco en su ausencia, con la “leche” que han dejado previamente preparada, aunque está claro que al mismo tiempo les va a crear cierta mala conciencia, pues no dejarán de saber que están cargando a otra persona con una responsabilidad que ellas han adquirido. Vamos, que Bibi y compañía deben estar subiéndose por las paredes.


Prestaré atención a los anuncios durante el próximo mes porque esto promete. Seguro que aparecen más juguetes terroríficos y la cosa me da para una serie entera de entradas.

176. Tres cubiletes, y problema resuelto

Para aquellos que se divierten con nuestras experiencias diarias dando clase como si de una novela de ciencia-ficción se tratara. Sí, la mayoría de las veces es difícil de creer que tales cosas pasen, pero pasan.

Me ha llegado por correo electrónico otro “sucedido” fruto de los delirios de aquellos que, sin conocer en absoluto el trabajo, los problemas y el material humano con el que nos enfrentamos todos los días, desde sus lejanos despachos, para justificar sus sueldos, inventan despropósitos que van a eliminar de un plumazo la situación de la educación en Andalucía (1). Reproduzco al pie de la letra el texto recibido:

“Créase o no, esta es una sugerencia que un equipo de inspectores de la Consejería de Educación ofrecieron a los directores/as de centros educativos de una comarca muy cercana a Sevilla:

El alumnado debe contar entre su material con tres pequeños cubiletes de plástico: uno rojo, otro amarillo y el otro verde. Durante la clase, cada alumno atenderá a las explicaciones del profesorado y situará en su pupitre el cubilete que indique su comprensión de lo explicado. Rojo: “No entiendo nada”. Amarillo: “No lo entiendo todo”. Verde: “Lo entiendo”. De esta manera, el docente, de un solo vistazo, captará si su explicación está llegando a la clase o, por el contrario, debe esforzarse por hacerse comprender y/o por bajar el nivel de complejidad de lo explicado.

Pero miren cómo la realidad supera a la ficción. En los experimentos dentro de una clase ocurría esto:

-Maehtro, er cubilete amarillo ¿pa qué eh?
-Maehtro, er Yozua ma quitao loh cubileteh.
-Maehtro, la Yeni eh una empollona, que ciempre tiene er cubilete verde.
-Maehtro, me zan perdío loh cubileteh, ¿puedo i ar cervicio?
-Maehtro, ¿ci zaco er cubilete verde maprueba?
-Maehtro, mira cómo toco la batería con loh cubileteh.
-Maehtro, er Crihtian ma ehcupío en er cubilete.
-Maehtro, yo lo primero lo he entendío pero aluego no, ¿qué cubilete pongo?
-Maehtro, ¿ci traemoh loh cubileteh hay que traé tamién er libro?
-Maehtro, yo er cubilete roho no lo pongo, que me llaman zurnormá.

Y es que sólo los que estamos dentro de una clase sabemos qué es eso. En los despachos parece todo muy bonito.”

Repito que no puedo garantizar su autenticidad pero, ateniéndome a otras instrucciones recibidas de diferentes inspectores, aseguro que es PERFECTAMENTE CREÍBLE.

_____________
(1) Andalucía ocupa la última posición en España en “excelencia educativa”, que se mide con una combinación de nada menos que cincuenta factores.

173. Clase de música

 Vamos a hacer un paréntesis divertido con una escena habitual en cualquier clase de instituto. En este caso se trata de una clase de Música en 1º de ESO en un instituto de Dos Hermanas (Sevilla), pero podéis trasladarlo a cualquier otro curso o asignatura. No es una reconstrucción en la que se junta “todo lo que puede pasar”. En una clase normal de un día cualquiera se dan juntas la totalidad de las intervenciones y circunstancias.

Nótese también que no se trata de un grupo de alumnos conflictivos, agresivos o pre-delincuentes. Son alumnos normales, que no tienen intención de reventar la clase. Simplemente, es su actitud normal en el aula.

19 de octubre de 2010. Las 12 de la mañana. El profesor está ya en el aula de música porque ha tenido una clase anteriormente. Los alumnos que terminan salen del aula. Le cedemos la palabra al protagonista:

12.03
Los alumnos de 1º de ESO entran, dejan la mochila y se salen al pasillo.

12.04
Salgo a la puerta, les digo que entren que tenemos que empezar. Entran sólo siete.

12.05
Cierro la puerta para que los que estén fuera vean que hemos empezado la clase y se den prisa.

12.06
Mientras cierro la puerta un alumno enciende el piano y golpea las teclas como un poseso.

12.07
– Padilla, deja el piano ahora mismo.
– Un momento maestro, que estoy componiendo.

12.08
Llegan diez más de la clase.
– Ésta ¿que hora es de llegar?
– Es que hemo tenío gimnasia y venimo der pabellón.

12.09
– ¿Donde están los 6 que faltan?
– Ahora vienen maehtro.
– Pues vaya tela, ¿no?
– Po díseselo a ello, maehtro, ¡yo que jé!

2.10
– Se dice “díselo”.
– ¿Er qué?
– Que no se dice díseselo, se dice díselo.
– ¿Que se lo diga a quién, maehtro?.

12.11
– A nadie, hijo.
– ¿A nadie er qué?
– Nada, olvídalo.
– Vale.
Llegan los seis que faltaban.

12.12
– ¿No sabéis que no se puede llegar tarde a clase?
– Es que estábamo hablando con el jefe de estudios.
– Tienes más rollo que una peli de Jackie Chan.
– ¿Sí? ¿Vamo a vé un peli de Jackie Chan?

12.13
– No, hijo, no. Anda y siéntate, tienes un negativo por llegar tarde y la próxima vez te pongo un parte.
– No, maehtro, que me expulsan.
– Pues llega temprano, y ahora siéntate.
– Padilla, deja el piano que te lo vas a cargar.

12.14
– Ya voy.
– Ya voy no, voy yo (y le quito el cable y me lo meto en el bolsillo).
- ¡Ojo, maehtro!
– Ojú ¿qué?
- en.
– Siéntate, Padilla

12.15
– A ver, hoy vamos a estudiar el árbol de las figuras. A ver, ¡silencio! ¡Callaos!
– ¡Padilla siéntate! Laura, ponte derecha. Francisco, ¿dónde vas?
– A tirá un papé, maehtro.
– Vale, siéntate.
– Ojú, ya voy.

12.16
– Ah, por cierto, ¿dónde está el parte de faltas?
– Sa queao en er pabellón, maehtro ¿Voy a por é?
– Pues qué remedio, anda vé y no tardes.
– ¿Puedo ir con ella?
– No, y siéntate.

12.17
– A ver, ¿por dónde iba?
– ¿Vamos a ver una película?
– No.
– ¿Y cuando la vamos a ver?
– Cuando la proyectemos.
(cara de no entender nada)
– Ah, sí…, sacad los libros

12.18.
– Fernando, ¿y tu libro?
– No me lo he traío, maehtro.
– Y cuando juegas al fútbol ¿también se te olvida el balón?
– Jaja, ezo no, maehtro, nunca me se orvida.
– Se dice “se me”.
– ¿Er qué? (a su compañero) Quillo, cállate que me está hablando er maehtro.
– Fernando, que se dice “nunca SE ME olvida el balón”.
– ¿A usted tampoco, maehtro?
– No, hijo, olvídalo.

12.19.
– A ver abrid el libro por la página 15.
– ¿Y er que no tenga libro?
– Pues entonces mejor que no lo abra, Padilla, siéntate. ¿Vega, que haces ahí abajo?
– Es que me se ha caío er boli.
(Irene) – Mentira maestro, me está desabrochando los cordones.
– Vega, ponte derecho y deja a la compañera.
– Vale, maehtro, ya no lo hago más.
– Padilla, siéntate.
(Padilla) – Ojú maehtro, siempre a mí ¿Y a éste no le dices ná?

12.20
– A éste se lo digo luego, y ahora siéntate. ¿Padilla, y tu libro?
– Me lo he dejao en la clase ¿Pueo ir a por é?
– No.
– ¿Y cómo estudio?
– Venga, ve por el libro, pero no tardes.
– ¿Puede vení Adrián cormigo?

12.22
– No, y vuelve pronto. Vale, a ver abrid el libro por la página 15. Sandra, el libro.
– Voy, maehtro, está en la borsa.
– Mario, tu libro.
– Voy, maehtro.
– Claudia ¿y tu libro?
– Asquí en la bolsa.
– No se dice asquí, se dice “aquí”.
– ¿Aquí donde?
– Olvídalo.

12.23
– Página 15. Silencio. ¡Padilla, siéntate!
– Ojú maehtro, siempre a mi.
– Siéntate y cállate.
– Vale.
(Entra Fernando) Maehtro er parte que estaba en er pabellón.

12.24.
– Gracias, Fernando, siéntate. Bueno, voy a pasar lista. ¡Padilla siéntate o te echo!
– Maehtro, er Padilla ma quitao el estuche.
– Yo no lo tengo, maehtro, yo no ha sío.
– Padilla, a la calle.
– ¿Maestro por quitar un estuche me echa de clase?
– No, te echo por existir.

12.25
– Padilla, sal de la clase.
– Ya voy maehtro, voy a cojé las cosas ¿no?
(Relleno el parte: Profesor que expulsa, tutor, grupo, exposición detallada de las circunstancias que motivan la explusión, actividades a realizar durante la sanción. Fecha, firma del profesor…)

12.30.
¿Quién es el delegado o delegada?
(Laura) – Rocío, pero no ha venido, yo lo llevo maehtro.
(Verónica) – ¿Puedo acompañarla?
– No, tampoco creo que sea tan peligroso bajar la escalera.
– Padilla, salte.
– Ya voy maehtro, ojú, ziempre a mí, ziempre a mí ¿y a esta gente no les dices ná?
– A esta gente ya veremos. Vale, página 15.

12.32
(Roberto) – ¿Puedo ir a bebé maehtro?
– No.
– Eh que venimo de ginmasia.
– Espera que vuelva Laura de llevar el parte.
– Vale.

12.33
– A ver página 15. Aguilera, ¿Y tu libro?
– Ya voy , maehtro.
(Vuelve Laura de llevar el parte)
– A ver, silencio… Silenciooooo, jobar, Mario, cállate ya que llevas toda la clase hablando.
– Es que le estoy contando una cosa al Antonio.
– Se dice a Antonio.
– ¿Qué le pasa a Antonio?
– Olvídalo.

12.34
Aparece Padilla de nuevo en clase.
– Que dice la maehtra de guardia que coja anque sea un cuaderno.
– Joder, valee, coge el cuaderno.
– Maehtro, er Padilla ma dicho gilipolla.
– Venga Padilla, sal rápido.
– Ya voy maehtro.

12.36
(Se va Padilla)
– A ver, página 15.
– Maehtro, ¿puedo ir al servicio?
– No.
– Es que no me aguanto más.
– Vale, pero no tardes.
- Grasia, maehtro.
– Fernando, siéntate. Laura, los pies fuera de la silla. Jairo, ponte derecho, A ver, Isaac, ese no es tu sitio.
- Los ojos de Maehtro.
– Ni ojú ni nada, ponte en tu sitio.
– Maehtro, ya ha venío Sara der servisio, ¿puedo ir yo ahora?
– No.
– Po a Sara la has dejao y a mí no.
– Espera a final de la clase.
– Es que no me aguanto.
– Pues mea en un bote.
– Es que no tengo bote.
– Mira, ve al servicio cuando vuelva tu compañera, pero vuelve volando.
– Grasia, maehtro, no tardo ná…

12.38
– Vale, en la página 15 tenéis un árbol de figuras..
– Maehtro, mira este…
– Roberto, que te pongo un parte.
– No, no, no, maehtro ya me callo.
– Vale, Irene, siéntate derecha. Alfonso, cállate.
– Maehtro, ¿Puedo ir al servicio?
– No.
– ¿Por qué?
– Porque tenéis el cambio de clase para ir.
– Es que había mucha gente.
– Bueno, pues te esperas.
– ¿Y no voy?
– No, y el libro y la página 15. Vale, en el libro tenéis el árbol de las figuras.

12.40
– Tenéis que copiar la partitura de la Pequeña Música Nocturna en el cuaderno. Silvia, ¿Qué pasa?
– Que el Fernando me ha quitao er boli y no puedo escribir.
– Fernando, dale el boli a Silvia.
– Yo no he sío maehtro.

12.42
– Pues busca al que lo tenga.
(Fernando se levanta y cuchichea con varios compañeros)

12.43
– Vale, a ver, en la página 15 del libro…
(Fernando) – Maehtro, ya lo he encontrao.
– Vale, pero siéntate.
– Bueno, en la página 15 podéis ver las figuras ordenadas por duraciones….
– Mario, ¿Qué haces con el móvil en la mano?
(Mario) – Ya lo guardo maehtro.
Vale, en la página 15… A ver, silencio.

12.47
- ¿Las llamadas?
(silencio)

12.48
– Vale, pues en la página 15 tenéis las figuras. Tenéis que señalar en la partitura que habéis copiado las parejas de corcheas que, como veis en la pizarra, se unen con un corchete.
– ¿Que es un corchete, maehtro?
– Es esa especie de flequillo que tiene la figura encima de la plica.
– ¿Qué es la plica, maehtro?
– La plica es… Oye, Mario, ¿Qué es eso que tienes en la mano? ¿No serán chucherías, verdad?
(Mario) – Ya la guardo maehtro.
– No las vuelvas a sacar, ya sabes que no se permite comer en clase.
(Mario) – Vale, maehtro, ya las guardo.

12.50
– Bueno pues las corcheas en la partitura…
– ¿Puedo ir al servicio maehtro?
– He dicho que ya no sale nadie.

12.52
– Vale, tenéis que señalar en la partitura las corcheas que duran la mitad de la negra.
(Irene) – ¿Y cuánto dura la negra?
– Jobar, Irene que eso es de primaria… Pues un tiempo.
(Irene) – ¡Entonces dos corcheas son dos tiempos!

12.54
– Noooo, la corchea dura la mitad de la negra y la negra dura un tiempo…
Entonces, ¿cuánto dura la corchea?
(Pablo) – Pues dos tiempos.
– Jo, que no, a ver… Mirad a la pizarra

12.56
– Esto es una negra… dura un tiempo y dura lo mismo que dos corcheas…
– Fernando, ¿que haces agachado?
– Es que Padilla se ha dejado el móvil en la silla.
– Vale, tú te encargas de devolvérselo cuando acabe la clase.
– Sí, maehtro.

12.58
– Bien, si leemos el ritmo de las parejas de corcheas sonará algo así como títi, títi, títi ¿Vale?
– Si, maehtro.
– Vale ¿habéis copiado los compases del libro?
– Todavía no, maehtro.
– Bueno copiadlos en casa, y señaláis las parejas de corcheas.

12.59
– ¿Podemos salir maehtro?
– Todavía no es la hora. Os iréis cuando suene el timbre. ¿Dónde vas Mario?
– Ya nos vamos, ¿no?
– No, he dicho que cuando sea la hora.

13.00
RRRRRRRRRRRRRRRRRIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIINNNNNNNNNNNGGGGGGGGG
– Vale, si no me he suicidado antes, mañana veremos la semicorchea. Podéis salir.