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martes, 18 de febrero de 2020

¡A buenas horas, mangas verdes!

 Se emplea la expresión como reproche a alguien que llega tarde para ayudar a otra persona, que hace algo a destiempo, o para aludir a una persona que dice algo fuera de tiempo y de lugar.

Se remonta la expresión a finales del siglo XV, cuando los Reyes Católicos fundan el cuerpo de los cuadrilleros (llamados así por llevar como arma el cuadrillo, una flecha   de punta piramidal que se disparaba con una ballesta pequeña) de la Santa Hermandad, que era una especie de policía rural destinada a socorrer a la gente de los pueblos y perseguir, juzgar y castigar los delitos que se cometieran fuera de las ciudades. El uniforme de los cuadrilleros era una casaca cuyas mangas verdes asomaba bajo un chaleco de piel.

Al parecer, dicho cuerpo no tenía a gala precisamente la puntualidad. En muchos textos de la época se alude precisamente al retraso con el que llegan a dar socorro.

domingo, 16 de febrero de 2020

Ser más listo que Cardona

Castillo de Cardona, hoy dia parador de turismo
En 1363, el rey aragonés Pedro IV, llamado el Ceremonioso, hizo asesinar a su hermanastro, el infante don Fernando, por creerlo cabecilla de una conspiración contra él.

El vizconde de Cardona, íntimo amigo de don Fernando, dedujo que la próxima muerte sería la suya y huyó rápidamente desde Castellón a su castillo de Cardona, en Barcelona, con lo que evitó su muerte.

La rápida reacción de Cardona quedó en la lengua coloquial como signo de astucia.

viernes, 14 de febrero de 2020

a calvo ad calvum

 Calígula era un calvo vergonzante. Tenía un terrible complejo por ello, y se componía sus cuatro pelos con cuidado, de forma que cubrieran lo más posible su cabeza (estilo Anasagasti). Estaba castigado con la pena capital mirarlo desde arriba, y le daba tanta rabia ver que otros a su alrededor tenían buen pelo que era frecuente que les ordenara cortárselo. Probablemente Calígula no hubiera resultado atractivo aunque hubiera tenido abundantes y preciosos rizos, porque su problema no estaba en la calva, precisamente. Sus retratos era cuidadosamente censurados, de forma que las entradas quedaran tapadas por coronas u otros accesorios.

Además de la alopecia, Calígula tenía otros complejos por su físico, debido a una implantación muy baja del pelo occipital que le cubría buena parte de la nuca y cuello (una característica genética de la familia Julia-Claudia, ya que tanto Tiberio como Claudio presentaban este rasgo). Todo esto le daba una cierta apariencia caprina, que había sido motivo de chanzas y burlas en su juventud. Según cuenta  Suetonio  Calígula no permitía que nadie lo mirara desde lo alto, ya que se veía claramente su calvicie. Tampoco permitía que nadie osara mirar fijamente a sus despobladas sienes ni que se pronunciara cerca de él la palabra "cabra", cosa que consideraba un delito capital, que no dudaba en castigar con desproporcionada dureza.

Su complejo con la calvicie se hizo evidente de una forma cruel. Calígula estaba en una cárcel para elegir prisioneros que serían arrojados a las fieras en unos juegos circenses y, con los presos puestos en fila ante él, sin molestarse en examinar los expedientes, decidió que fueran todos arrojados a las fieras. “Desde el calvo hasta el otro calvo”, dijo. Como los dos calvos aludidos eran el primero y el último de la fila, de eso resultó que todos los prisioneros fueran condenados a ese horrible final.

De esa forma "a calvo ad calvum" quedó como frase hecha con el significado de “del primero al último”.

miércoles, 12 de febrero de 2020

"Del hecho al dicho" viaja fuera de España

Los asiduos a este blog conocerán la existencia de la sección "Del hecho al dicho" (para ver todas las entradas de este tema, en la lista de etiquetas que aparece en el menú de la derecha se puede filtrar haciendo click en el nombre de la etiqueta). En estas entradas explico el hecho histórico que da a origen a muchos dichos y frases hechas. Algunos son reales y otros legendarios, pero incluso estos se suponen protagonizados por personajes históricos reales. Hasta el momento, me había limitado a España (Ancha es Castilla, Hacerse el sueco) Pero me he preguntado ¿Por qué limitarme a España? Empecé en la enseñanza  dando clase de la asignatura Cultura clásica, una asignatura optativa que poe entonces existñia en 2º y 3º de BUP,  por lo que conozco muchos ejemplos relacionados con Grecia y Roma, así que esta sección será, en adelante "universal".

Muchos años antes de que Julio César paseara al líder celta Vercingetorix cargado de cadenas en su triunfo tras la conquista de la Galia, los vaivenes de la historia depararon a los romanos un sustito en su propia casa.

Breno, escultura que adornaba un navio francés del siglo
 XVIII o XIX
 En el año 387 a, C., un ejército de galos, dirigido por Breno, jefe de la tribu de los susones, tras invadir Italia, se enfrentaba a los romanos en la batalla de Alia. La batalla terminó en derrota romana. Los galos continuaron hasta llegar a las puertas de Roma. La población, despavorida, abandonó sus casas y se refugió en una fortaleza en la colina del Capitolio. Los celtas ocuparon la ciudad, saquearon y quemaron parte de la misma. A diferencia de la mayoría de la población, los jefes de las familias patricias, según Tito Livio, vestidos con sus mejores galas, esperaron a los feroces invasores sentados majestuosamente en los vestíbulos de sus casas. Los galos quedaron impresionados pensando que asemejaban dioses. Uno de ellos, tímidamente, tocó la barba de uno de ellos que, ofendido por el gesto, le golpeó con su bastón en la cabeza y casi le parte el cráneo. A partir de ahí se desató el furor de los galos y hubo una matanza. Los galos ocuparon toda la ciudad,excepto el Capitolio,  saqueando y quemando. Se negoció con ellos y Breno acordó marcharse a cambio de un rescate de mil libras (unos 327 kg,) de oro. Los romanos acudieron con el oro y se inició el pesaje Los romanos sospecharon que los galos estaban usando pesos trucados y protestaron a Breno, que arrojó su espada sobre los pesos, obligando así a los romanos a poner más oro, para compensar, al tiempo que exclamaba "Vae victis", ¡Ay de los vencidos!. La expresión se usa para hacer notar la impotencia del vencido ante el vencedor, sobre todo en las negociaciones entre ambos. Algo así como que el vencido no puede pedir ni esperar clemencia del vencedor.

Los historiadores antiguos, Tito Livio, Plutarco, Polibio, Dión Casio... no se ponen de acuerdo sobre si esta anécdota ocurrió o no, Algunos la afirman y otros la ignoran. Tito Livio, incluso, se contradice  según la obra suya que consultemos.

Sea como fuera, esta invasión de la ciudad quedó grabada en la memoria de los romanos, que durante siglos tuvieron terror a los galos. Cuando, durante el Primer Triunvirato, Pompeyo y Craso, temerosos de que César se hiciera con demasiado poder, decidieron alejarlo de Roma, no pusieron impedimentos para que César fuera designado  procónsul de las provincias de Galia Transalpina, Iliria y Galia Cisalpina, pensando que Cesar no podría con los galos y que la Galia sería el fin de su carrera hacia el poder, si no su tumba. El tiempo demostró cuánto se equivocaban.




domingo, 13 de octubre de 2019

Hacerse el sueco

Hacerse el sueco, es hacer como que no te enteras de algo, desentenderte de una obligación o hacer como que la cosa no va contigo, para eludir una responsabilidad.

Existen, tanto en libros publicados como en internet, varias explicaciones diferentes sobre el origen de esta expresión. Yo os voy a contar la primera que supe, que además tiene la particularidad de haberse originado en Cádiz, mi ciudad.

Durante los siglos XVII y XVIII, cuando Cádiz era un emporio comercial por cuyo puerto pasaban las mercancías más codiciadas, existían en la cuidad numerosas colonias extranjeras: italianos, franceses, malteses, irlandeses, flamencos, armenios, griegos, portugueses, suizos, saboyanos..., todos dedicados al comercio. Pero también era tiempo de guerras, que con frecuencia involucraban a varias de estas nacionalidades, lo que implicaba la prohibición de comerciar con "el enemigo". A veces, algunos comerciantes, para no interrumpir su negocio, fingían ser suecos, con lo cual la compraventa y los tratos comerciales no se veían afectados y se continuaban realizando con toda normalidad. Ayudaba el hecho de que por entonces las leyes no prohibían el uso de "banderas de conveniencia". Es decir cuando convenía "se hacían los suecos".



domingo, 29 de septiembre de 2019

Ancha es Castilla

Se emplea esta expresión para dar a entender que alguien tiene libertad (o se la toma) para hacer lo que le venga en gana, sin límites ni fronteras, como no tiene límites ni fronteras la tierra castellana.





El dicho completo es “Ancha es Castilla, y el rey paga”, y se originó durante las épocas de la repoblación de la meseta (siglos X-XII), y seguramente aludía, aparte de a la extensión del terreno, a los beneficios económicos y de otro tipo que se obtenían al repoblar las tierras que iban quedando desiertas tras la reconquista a los musulmanes.