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martes, 28 de febrero de 2023

Hoy hablamos de monstruos (o genios monstruosos)

 


Con el tiempo, según iba leyendo y aprendiendo cosas sobre diversos personajes, comprobé la existencia de un fenómeno que se repetía: Muchos personajes, situados por la posteridad en el Olimpo de los genios, era más bien malas (o malísimas) personas. Como si hubieran tenido que pagar un peaje por destacar en el campo del arte, de la literatura, de la ciencia..., terminaron siendo monstruos de maldad: asesinos, maltratadores, padres desnaturalizados, libertinos. Cuando reparé en que había la cantidad suficiente para escribir sobre ellos, ya había acuñado una expresión con la que los unifique: "la tara del genio". Posiblemente haya más. De muchos no se ha conocido su lado oscuro hasta después de su muerte. Es posible, por tanto, que el grupo crezca. De momento, doy cuenta de los que he hallado y el tiempo dirá.

Voy a empezar por un maltratador psicológico, aunque consta ante testigos que al menos una vez (en la misma celebración de su boda) en la que también maltrató físicamente a su mujer, Frida Khalo. Frida y Diego Rivera se casaron cuando ella tenía 22 y él 43 años, dos ex-esposas y un montón de ex-amantes. Frida estaba atrapada en una tóxica relación de dependencia de la que le costó escapar. Aunque era inteligente y se daba cuenta de todo "Yo sufrí dos accidentes graves en mi vida: uno es del tranvía, el otro es Diego. Diego fue con mucho el peor de todos", dejó escrito. Si tenemos en cuenta que en el accidente del tranvía un pasamanos de metal le atravesó el cuerpo entrando por la cadera y saliendo por la vagina, fracturando vértebras lumbares, clavículas, costillas y pelvis y su pierna derecha se rompió por 11 lugares. Cuando le extrajeron el pasamanos su grito fue tan atroz que apagó el sonido de la sirena de la ambulancia que llegaba. Si, como escribió, Diego fue con mucho peor que eso, podemos imaginar lo que soportó. Ni en su boda se pudo librar del maltrato y la humillación: en la boda no hubo ninguna alegría, se casaron en casa de una ex-amante de él y la encargada de preparar la comida fue una ex-esposa. En la comida, Diego, muy borracho, empezó a dar tiros al aire.   Frida intentó pararlo y él le dio un empujón tan brutal que la tiró al suelo (con la columna hecha pedazos y un montón de clavos sujetándole los huesos). Frida se marchó a su casa y tardó varias semanas en volver con él. Soportó 10 años de sufrimiento hasta que se divorció. También dejó escrito "Al final del día, uno se da cuenta de que ha soportado más de lo que creía poder soportar".

Tras escribir esto, tengo que hacer una rectificación: No pienso que Diego Rivera sea un genio y debe ser separado de estos "genios con tara". Lo dejamos en simple maltratador. Si algunos lo han incluído, tabto a él como a Frida  en su lista particular de genios de la pintura es más por razones ideológicas que artísticas. Con los demás creo no me equivoco tanto.

Picasso ha sido caracterizado por muchos como un misógino, un matón que ponía a "sus" mujeres en un pedestal para luego derribarlas, un hombre que temía, además de desear, el cuerpo femenino y que era un marido, amante e incluso abuelo egoísta, exigente y narcisista. Más allá de su magnífica obra, a Pablo Ruiz y Picasso se le puede estudiar también por la relación con las numerosas mujeres de su vida.

Indudable genio con los pinceles, los estudiosos del pintor español coinciden en que fue un maltratador emocional, que hizo muchísimo daño a las mujeres a las que supuestamente amó, a quienes también trató de forma tiránica y despiadada. Fuentes de inspiración y objeto de deseo, iba hilvanando amantes y esposas, siendo infiel si no a todas, a casi todas ellas.

Picasso definió los aspectos eróticos y emocionales de su expresión creativa a lo largo de su carrera con las siete mujeres más importantes de su vida: Fernande Olivier, Eva Gouel, Olga Khokhlova, Marie-Thérèse Walter, Dora Maar, Françoise Gilot y Jacqueline Roque.

Olga pensativa
Durante la Primera Guerra Mundial, de 1914 a 1918, el artista trabajó en Roma, donde conoció a su primera esposa, Olga Khokhlova, una bailarina de ballet rusa. Olga dominó la composición de Picasso desde 1917 hasta la década de 1920. Al principio de su relación, en 1918, Picasso pintó elegantes retratos de ella como 'Olga pensativa' u 'Olga en un sillón'.








Marie Therese Walter
Pero tras el nacimiento de su hijo, Paulo, la relación se deterioró –debido al maltrato físico y a las infidelidades de él– y  Picasso inició un romance con una joven, Marie-Thérèse Walter, de tan solo 17 años cuando él tenía ya 45. Ella se convirtió en su nueva musa y todas sus composiciones mostraban expresiones de desenfreno sexual y surrealismo. Con Walter tuvo una hija, Maya, que también aparece en sus cuadros. Al enterarse Olga del embarazo de Marie-Thérèse se fue a vivir lejos de Picasso, sin embargo no se divorciaron por cuestiones religiosas y permanecieron unidos en matrimonio hasta la muerte de ella en 1955 a causa de un cáncer. Esta relación terminó pronto; al año de nacer su hija, Pablo conoció a la pintora y artista francesa Dora Maar, con la que inició una relación.



 

Dora Maar
A diferencia de los retratos de Walter, los cuadros de Dora eran más intensos y turbulentos. La razón no era otra que la simultaneidad de las dos relaciones de Pablo Picasso con Walter y Maar. Estuvieron juntos casi nueve años. Dora era una gran fotógrafa que documentó la realización de la obra de 'El Guernica' por parte de Picasso, sin embargo acabó abandonando este arte por otros y, en 1945, cuando Picasso comenzó su idilio con Françoise estaba tan emocionalmente destrozada que no pudo sobreponerse a ese abandono. Dora terminó sus días sumida en una profunda depresión y, tras su muerte en 1997, legó todas sus posesiones a su padre y a un monje que recibieron una totalidad de 130 Picassos y la mayoría de sus fotografías.

Con la posible excepción de Françoise Gilot, que tuvo el valor de disentir de la mentalidad controladora de Picasso y abandonar al artista con sus dos hijos, el pintor tuvo una relación desgraciada con todas sus mujeres. Tanto Marie-Thérèse como Jacqueline Roque, su última musa y segunda esposa a la que conoció cuando ella tenía 26 años y él 72, se suicidaron. Y cuando el nieto del artista, Pablito, fue rechazado en el funeral de su abuelo por Jacqueline, también acabó con su propia vida.

Picasso las enamoraba y, en muchos casos, también les arruinaba la vida, no era fácil convivir con un hombre al que todos trataban de genio pero que además era 'el macho alfa' por antonomasia. Su modus operandi era siempre el mismo: al principio de cualquier relación, representaba retratos bellos e íntimos a los que seguían lienzos melancólicos al final.

En sus memorias, Marina Picasso, la controvertida nieta del pintor, detalla contundentemente el modo en que el malagueño absorbía la esencia de las mujeres de su vida: "Las sometía a su sexualidad animal, las domesticaba, las hechizaba, las devoraba y las aplastaba en sus lienzos. Después de pasar muchas noches extrayendo su esencia, una vez desangradas, se deshacía de ellas". Una definición cercana al maltrato que no se anula cuando se lee lo que Arianna Huffington escribió y publicó en 1988 en su libro 'Picasso: creador y destructor'. En sus páginas se asegura que el pintor y escultor malagueño quemaba con cigarrillos a Marie-Thérèse, a la que, además, llevó de vacaciones hospedándola (aprovechándose de su corta edad) en un campamento de verano para niñas, ya que de ese modo se alimentaba su ego al romper el tabú de estar con una menor. En las páginas de este libro también se recoge que, durante el tiempo que duró su relación, golpeaba con frecuencia a Dora Maar hasta dejarla inconsciente, y son varios los testigos que afirmaban haber presenciado las palizas a las que Picasso sometía a la fotógrafa y artista.

Además del maltrato a las mujeres, Picasso también cometió el delito de receptación de obras de arte robadas. En un tiempo estuvo obsesionado con las esculturas ibéricas. Aunque cueste creerlo, por entonces la seguridad en el Museo del Louvre brillaba por su ausencia. Cualquiera podía coger algo expuesto y echárselo al bolsillo y marcharse sin que nadie lo viera. El museo envió a España a dos individuos que se recorrieron el país comprando para el Museo  esculturas íberas a campesinos que no sabían lo que entregaban. Así llegó al Louvre la Dama de Elche. Con el botín del saqueo el Louvre organizó una exposición donde el mundo entero supo por primera vez de esta cultura.

El robo de la Gioconda puso de manifiesto la inexistente seguridad del Louvre. En las comisarías se recordó entonces el Manifiesto Futurista de Tommasso Marinetti, que inauguró de una manera rompedora (nunca mejor dicho) las vanguardias europeas.

Entre otras sutilezas, como alabar “el salto mortal, la bofetada y el puñetazo”, los futuristas proponían “destruir y quemar los museos, las bibliotecas y las academias”. Tirando de este hilo pronto salieron a relucir dos nombres controvertidos: los de Apollinaire (1880-1918) y Picasso (1881-1973), de 33 y 32 años, respectivamente y que aún no habían llegado al Olimpo. Adonde sí habían llegado es a las fichas policiales. Ambos tenían antecedentes por un caso que ya destapó cuatro años antes la falta de seguridad del Louvre. Picasso había comprado, gracias a la mediación del poeta y a sabiendas de su procedencia ilícita, dos estatuillas ibéricas que el belga Honoré-Joseph Géry Pieret había robado en el Louvre: el mejor museo de París y uno de los mejores del mundo era un coladero. Apollinaire fue detenido y pasó dos días en el calabozo. Haciendo honor a uno de sus poemas, se fue de la lengua: “ Amor mío, / mi boca será un ejército contra ti, / un ejército lleno de desatinos”. Al parecer, el poeta reconoció algunas gamberradas junto a Picasso, pero negó taxativamente el robo del cuadro. La mera mención del pintor propició que fuera detenido e interrogado en comisaría como presunto cómplice. La falta de pruebas debía ser aplastante porque los dos quedaron en libertad, aunque se diría que el español hizo todo lo necesario para prolongar su arresto. A pesar de las evidencias, mintió y negó conocer a Apollinaire. Los dos recuperaron la libertad, pero su amistad se resintió. El viril Picasso, que vendría a ser a la pintura lo que Hemingway a la literatura, admitió años después que le avergonzaba recordar este episodio. Por lo visto, entró y salió temblando de la comisaría. En 1970, tres años antes de su muerte, pareció querer enmendar el error y dibujó a su desconocido amigo con una corona de laurel en la obra Apollinaire y mujer desnuda . Para entonces, el autor del Gernika ya estaba de vuelta de todo y se podía reír abiertamente de su comportamiento pusilánime. Pero durante dos años, hasta que se descubrió al verdadero ladrón y se recuperó la obra, él y el otro sospechoso no respiraron tranquilos.

La Dama de Elche no volvió a España hasta 1.941, gracias a una laboriosa  labor diplomática.  La Francia de Vichy tenía muchas prisas por negociar en 1940. Agradecía a Franco su neutralidad en la Guerra Mundial, y pretendía calmar las pretensiones españolas sobre el África francesa. A esto quería sumar la reconstrucción de la Casa de Velázquez, que era una concesión del Estado. España aprovechó la ocasión y pidió la vuelta de la Dama de Elche, la «Inmaculada de los Venerables», de Murillo, expoliada durante la invasión napoleónica, y las coronas visigodas de Guarrazar.  A cambio, el Estado español entregaría una copia del «Retrato de doña Mariana de Austria», de Velázquez, realizada por su taller, un retrato de Antonio de Covarrubias pintado por El Greco, un tapiz del siglo XVIII, «La riña en la Venta Nueva», producido a partir de un dibujo de Goya, y 19 dibujos del siglo XVI de Antonio Carón. La tienda de Francisco I, capturada por las tropas españolas de Carlos V en la batalla de Pavía, y que constituía la única demanda gala, no fue incluida.

Además de maltratadores, algunos de estos "genios" fueron también padres desnaturalizados. Voy a incluir a tres: Neruda y Arthur Miller, los más evidentes, a los que sumaré después  a Einstein.

Neruda, a quien le cuadra perfectamente la expresión "gauche divine", utilizada para referirse a quienes proclaman tener convicciones de izquierda mientras llevan una vida acomodada y con ciertos lujos, siendo cónsul de Chile en Java, conoce en un exclusivo club de tenis a Maria Hagenaar Vogelzang, de una familia acomodada. El 6 de diciembre de 1.930 se casa con ella en Java. Sería una luna de miel corta y con final traumático. Chile lo reclama y, de vuelta a Santiago, la capital donde Neruda se corrió sus grandes farras, el cambio de vida resulta un infierno para la flamante esposa. El poeta no tarda en reencontrarse con sus amigos juerguistas del pasado y vuelve a la dolce vita, en compañía de escritores, pintores, músicos y mujeres, su pasión y perdición. Maria Hagenaar, embarazada, sin amigos y con un marido al que sólo ve al amanecer, se rebela. Ya no soporta más ausencias e infidelidades y quiere volver a Europa. Neruda, para aplacarla, echa mano de influyentes amigos del Gobierno y consigue que lo envíen a Madrid. Tras unos meses como agregado en el departamento cultural de la embajada de Chile, es ascendido a cónsul general. El glamour vuelve a sus vidas.

Alberti le consigue un piso de alquiler en Argüelles, entonces símbolo del vanguardismo urbanista, reina la tranquilidad. Junto a Alberti, frecuentan la casa Aleixandre y Lorca. Faltan tres meses para el nacimiento del bebé. Y Neruda, el futuro padre, dedica más horas a organizar tertulias en su casa que al consulado. Hasta que nace Malva y ya únicamente los íntimos -Federico García Lorca, Rafael Alberti,  Vicente Aleixandre...- eran bien recibidos. Allí nace una niña, a la que llaman Malva Marina.  Lorca, desde Granada, le dio la bienvenida a Malva como mejor sabía: 

Delfín de amor sobre las viejas olas,
Cuando el vals de tu América destila
Veneno y sangre de mortal paloma
Niñita de Madrid, Malva Marina,
No quiero darte flor ni caracola;
Ramo de sal y amor, celeste lumbre,
Pongo pensando en ti sobre tu boca.

Malva Marina Reyes
El nacimiento de Malva fue difícil y peligroso, porque la niña tiene la cabeza demasiado grande. Más que grande, descomunal. Cuando Alexandre va visitarlos, Neruda, inclinado sobre la cuna, le dice  "Malva Marina, ¿me oyes? ¡Ven, Vicente, ven! Mira qué maravilla. Mi niña. Lo más bonito del mundo". Cuando Aleixandre ve a la niña, se queda sorprendido. Presenta una hidrocefalia feroz. La chiquilla padece horriblemente, llora sin cesar, no puede mamar normalmente, la tienen que alimentar con  sonda, con una cucharita, con una jeringuilla. Tuvo una hemorragia cerebral al nacer. Muy pronto, cuando comienza  a ser consciente del mal de la niña, la desilusión de Neruda fue en aumento. Ya no llama a la niña "Lo más bonito del mundo", sino "un ser perfectamente ridículo" y "vampiresa de tres kilos". Se fue alejando más y más de su hija, y también de su esposa. Es probable que para entonces mantuviera alguna relación con la argentina Delia del Carril, La Hormiguita, por la que después abandonaría a su mujer y a su hija.  Tras una etapa plagada de desencuentros, infidelidades de él y de rechazo hacia su hija, En 1936 el poeta abandona definitivamente a su mujer y a su niña para irse a vivir con la Hormiguita. Las deja casi sin dinero en Montecarlo, ciudad a la que llegan huyendo de la Guerra Civil. María cruza toda Francia con su niña enferma hasta llegar a Holanda, donde se instala en la ciudad de Gouda. Madre e hija pasan hambre y penurias. María vive en pensiones y trabaja en lo que encuentra mientras a su niña la deja al cuidado de una familia. Suplica a Neruda que le mande dinero para poder darle de comer a su hija: «Mi último centavo lo gastaré en enviar esta carta». La hija olvidada y abandonada por el nobel de Literatura murió el 2 de marzo de 1943 en Gouda, donde está enterrada.  Tenía ocho años. Su madre, a través del Consulado de Chile en La Haya avisa a Neruda de la muerte de la pequeña y le pide reunirse con él. El silencio fue su respuesta. Para entonces ya esta casado con Delia Carril, tras haberse divorciado de María el año anterior.


Arthur Miller, uno de los mayores críticos del capitalismo norteamericano no se destacó por su humanitarismo en el seno de su propia familia. Estando casado con Marilyn Monroe, conoció a la fotógrafa Inge Morath en el set de rodaje de "Vidas rebeldes", mientras fotografiaba a la estrella. Divorciado en 1.961 de Marilyn, se casó al año siguiente con Morath. En noviembre de 1.966 nació su hijo Daniel. Al cabo de una semana, en contra de la voluntad de la madre lo dejó en un orfanato  (por tener la condición de síndrome de Down).   A los 4 años fue trasladado a una escuela para discapacitados mentales en Connecticut, donde su padre lo olvidó definitivamente. Nunca fue a visitarlo, aunque la madre iba todas las semanas. Jamás mencionó la existencia de ese hijo, como si no hubiera existido. En vida de Arthur Miller nunca se llegó a publicar una fotografía de Daniel, quien llegó a participar en Juegos Paralímpicos en las categorías de esquí y ciclismo. El chico creció solo en diferentes instituciones y no conoció a su padre hasta 1995. Fue durante un acto público en el que el escritor iba a hablar en defensa de un discapacitado mental acusado de asesinato. Daniel Miller subió entonces al escenario y abrazó a su padre.

Según parece, el actor Daniel Day Lewis, yerno de Arthur Miller, que ganó un Oscar interpretando a un discapacitado en "El pie izquierdo" se horrorizó por la forma en que su cuñado había sido tratado por su suegro durante 40 años y presionó a Arthur Miller para que hicieran las paces. 

Seis semanas antes de morir, a los 89 años, Miller quiso enmendar casi 40 años de ausencias y decidió incluir a Daniel en su testamento en igualdad con sus otros hijos.

Rebecca Miller, la hija mayor del matrimonio, casada con Daniel Day-Lewis y que hoy es una reconocida directora de cine además de actriz, afirma que su hermano Daniel es "hoy parte de la familia", aunque matiza que nunca lo fue antes de la muerte de su padre, en 2005.

 Y Einstein ¿por qué? Por la forma en la que la trató a ella y la los hijos de ambos. Mileva Maric fue una matemática serbia, primera esposa de Einstein. Nació el 19 de diciembre de 1.875 en Titel, que entonces formaba parte del imperio austro-húngaro, y actualmente Serbia. Desde pequeña mostró gran inteligencia, con inclinación por la música y la pintura, la física y las matemáticas. En Zurich comenzó sus estudios de matemáticas y física, que completó con un semestre en la Universidad de Heidelberg y en Zurich  terminaría conociendo a Einstein. Cuando estaba preparando su examen de licenciatura y al comienzo  de su tesis descubrió que estaba embarazada. Tuvo una hija, Liesert, a la que dieron en adopción. Einstein ni siquiera comunicó a su familia que había tenido una hija. En 1.903 Mileva y Einstein se casan en Berna. Al año siguiente tienen otro hijo, Hans Albert. Aunque en la sombra. Mileva no abandona la ciencia: ayuda a Einstein a preparar clases y conferencias y le ayuda en sus estudios y publicaciones. Einstein tenía intuiciones geniales, pero eso no vale nada si no eres capaz de presentar la formulación matemática de esas hipótesis. Y ahí entra Mileva. Las matemáticas no eran el fuerte de Einstein y sí de Mileva.

Einstein, apoyado por su madre (que odiaba a Mileva por ser unos años mayor que Einstein, poco atractiva y coja ), inicia una relación extra-matrimonial con su prima Elsa. Elsa vive en Berlín, por lo que Einstein se traslada a esa ciudad y obliga a Mileva y a sus hijos a hacer lo mismo. Einstein sigue viviendo con Mileva pero la obliga a cumplir unas "normas de convivencia" que incluía lo siguiente:

A. Te asegurarás de que:

1. Mi ropa y la ropa de cama estén limpios y en orden;
2. Yo reciba mis tres comidas de modo regular en mi cuarto;
Mi habitación y estudio estén limpios, y especialmente de que mi escritorio sea para mi uso solamente.

B. Renunciarás a toda relación personal conmigo, a menos que sea completamente necesaria por razones sociales.

B. Renunciarás a toda relación personal conmigo, a menos que sea completamente necesaria por razones sociales. Específicamente, renunciarás a:

1.Que yo esté en casa contigo;
2. A que salga o viaje contigo.

C. Obedecerás los siguientes puntos en tu relación conmigo:

1. No esperarás ninguna intimidad conmigo, ni me los reprocharás de ninguna manera.
2. Dejarás de hablarme si te lo solicito.
3. Saldrás de mi habitación o estudio, inmediatamente y sin protestar, si te lo solicito.

 Mileva y Einstein tienen un segundo hijo, que nace con retraso mental. Años más tarde le diagnostican esquizofrenia. Mileva se vuelca en el cuidado del niño. Nunca permitió que lo internaran en una institución, a pesar de que Eduard sufría ataques tan violentos que Mileva que tuvo que contratar a personal de seguridad para que la protegieran de los ataques de su hijo. Einstein se va alejando progresivamente de su mujer e hijos y Mileva pasó algunas penurias hasta que comenzó a dar clases de matemáticas y música, y pudo alquilar un piso para vivir con sus hijos. Hoy día se piensa que Mileva tuvo mucho que ver en los descubrimientos de Einstein, sobre todo a partir de la publicación de la correspondencia de Mileva:

En sus cartas, Mileva se refiere siempre a "nuestros estudios", "nuestros trabajos", y también “Hace poco hemos terminado un trabajo muy importante que hará mundialmente famoso a mi marido”. Está fuera de duda que los años más creativos de Einstein fueron aquellos en los que compartió sus investigaciones con ella. La teoría de la relatividad comenzó con la tesis que Mileva escribió y presentó a la supervisión del profesor Weber, cuando estudiaba en la Escuela Politécnica de Zúrich, cuya memoria se ha perdido. En lo que parece un reconocimiento de mala conciencia, en los documentos del divorcio Einstein incluyó una cláusula por la que le cede a su esposa toda la asignación económica si le conceden el Nóbel.

Mileva dedicó la totalidad del dinero cedido por Einstein a la compra de tres edificios de viviendas, gracias a cuyas rentas pudo vivir un poco mejor y sufragar los gastos de la enfermedad de su hijo. Cuando las rentas no son suficientes, tuvo que ir vendiendo una a una las tres casas.

Los continuos brotes psicóticos que sufre su hijo Eduard, provocan en Mileva una gran crisis nerviosa, llevándole a ser ingresada en el hospital con carácter urgente, sufriendo  varias embolias que le provocan su muerte. Mileva muere sola en el hospital en el año 1948.

Michelangelo Merisi da Caravaggio es uno de esos artistas malditos que sigue fascinando y aterrando por igual. Su vida, como su propio estilo, se movía entre esos trazos claroscuros llenando cada rincón de su existencia, de su carácter y sus obras. Su personalidad era tan poco convencional y provocativa como esos cuadros que aún hoy nos siguen sobrecogiendo por su expresividad, por esa fuerza que trasciende al lienzo.

Dicen de él que asentó las bases mismas del Barroco y que cambió el rumbo de la pintura. Cuando el Renacimiento ya bordeaba el ocaso, este artista italiano empezó a introducir en su arte las pinceladas de ese tenebrismo que más tarde asentaría escuela y tendencia. Sin embargo, ese estilo pictórico en el que jugar con los contrastes de las luces y las sombras, era en realidad, el reflejo mismo de la mente que le dio forma.

Caravaggio era el prototipo perfecto de las películas de Martin Scorsese. Habitaba en los bajos fondos de la Roma del siglo XVI. Lo suyo eran las peleas, los excesos, el comportamiento pendenciero… Sin embargo, había en él algo más que un carácter tendente a las trifulcas callejeras. Por más que se le describa a menudo como “el chico malo del Barroco” en su persona, en su mente, se contenía algo más oscuro. Hay estudios que hablan de esquizofrenia, algo que justificaría quizá sus tendencias violentas.

Caravaggio era muy joven cuando llegó a Roma lleno de ilusiones y proyectos. La ciudad vivía en aquella época bajo el contexto de la contrarreforma, de manera que su estilo casi revolucionario fue bien recibido frente a la clásica sobriedad del velo protestante. Su forma de pintar alzaba expectación y repulsa por igual. En su estilo, caía el idealismo para dar paso a un realismo crudo, altamente expresivo y a menudo dramático.

Caravaggio elegía personas de la calle para sus obras. De pronto, las vírgenes, los apóstoles y los santos tenían el rostro de esos borrachos, de esos ladronzuelos, ancianos  o esas prostitutas que poblaban los barrios romanos. En esos rostros había un potencial expresivo que solo él podía ver y transmitir. En sus obras se entremezclaba lo religioso, con la sombra de la miseria, el reflejo de lo sagrado con el abismo de la violencia contenida o la locura.

Sus trabajos despertaron la admiración y también la ira de muchos puristas que llegaron a calificarlo como blasfemo. Los personajes bíblicos eran de pronto representados a través de rostros marginales en los que ya no había rastro de idealización alguna.

El escritor flamenco Karel van Mander escribió la que se considera una de las biografías de Caravaggio más acertadas. En este trabajo explica que la vida del maestro del Barroco se dividía de dos modos muy concretos.

Pasaba unos 15 días trabajando con intensidad para después desaparecer durante meses. El propio cardenal Francesco María del Monte, quien le pidió decorar una de las capillas de la iglesia de san Luis de los Franceses, fue testigo de esto mismo.

Dejaba los pinceles para coger la espada y perderse por las calles romanas. ¿La razón? Era un hombre con una clara predilección hacia la violencia, promovido en muchos casos por la bebida. Atacaba a personas llevado por ataques de ira, se batía en peleas por mero placer y en muchos casos, esos enfrentamientos terminaban mal.

Karel van Mander señala que su llegada  Roma desde Milán pudo estar motivada por una huida, por un asesinato cometido en su ciudad natal. Aunque este, no sería el único crimen que cometería.

Algo por lo que era conocido Caravaggio entre sus compañeros de profesión era por sus “limpiapinceles”. Solía rodearse de jóvenes (a menudo niños) a los que iniciaba en el mundo del arte y también en el de las relaciones sexuales. De ahí también, que se hable a menudo de sus tendencias pederastas. 

Por su parte, el biógrafo Graham-Dixon explica en su libro Caravaggio: Una vida sagrada y profana que en realidad que es mejor verlo como omnisexual. Iba con hombres, niños, prostitutas… Nunca amó nadie, porque en su personalidad no había espacio para algo llamado amor o ternura.

Él solo entendía el mundo a través del claroscuro, de esa pasión que roza la violencia, de ese mundo descarnado en el que asomaba por igual la belleza y las más oscuras tinieblas. Sus biógrafos coinciden en todos esos actos que lo llevaron a juicio en 11 ocasiones a lo largo de su vida. Fue alguien que conoció la cárcel durante varios periodos.

En 1603, por ejemplo, fue denunciado por difundir poemas difamatorios contra Giovanni Baglioni. En mayo de 1605, el pintor fue arrestado por portar un arma ilegal (la espada) y por herir con ella a un notario, Mariano Pasqualone.

Más tarde, en 1606, la vida de Caravaggio cambiaría para siempre: debe huir de Roma tras matar en un duelo a Ranuccio Tomassoni, un mafioso romano con el que solía tener constantes reyertas. Tras ese hecho se va a Nápoles, entrando en un nuevo ciclo de agresiones e intentos de asesinato hacia su persona, de depresiones y alcohol. A los A los 36 años intenta volver a su querida Roma, buscando el perdón Papal.

No lo logró, nunca llegó a ver ni a pisar esta ciudad. Fallecería dos años después víctima de las fiebres en Porto Ércole, cerca de la Toscana.

El carácter tempestuoso y violento de Caravaggio ha hecho sospechar a los expertos durante décadas en la posibilidad de que sufriera o bien un trastorno límite de la personalidad o una esquizofrenia paranoide. La sospecha de esta última condición es la que más consenso obtiene a día de hoy.

No solo su comportamiento homicida reflejaría muchas de esas características definitorias. Llama la atención, sobre todo, sus obras, el reflejo del sufrimiento en muchos de los rostros que pintó así como en esa fascinación por las escenas de decapitación y las cabezas cortadas, en las que se autorretrataba.

No obstante, somos conscientes de que todo ello no son más que meras conjeturas. Caravaggio fue un hombre violento que vivió en una época violenta; es cierto. Y de ahí, la dualidad que nos sigue generando, su obra, su dramatismo y furor pictórico nos sigue admirando y fascinando. La persona detrás de la obra, continúa inquietándonos 400 años después.

Su obsesión por reflejar a menudo lo más abyecto del ser humano podría atisbar (junto a sus actos cometidos) la sombra de alguna enfermedad mental.

Al siguiente y último (por el momento ) no sé muy bien como definirlo. Era, desde luego un sinvergüenza y podríamos definirlo con una palabra ya en desuso: burlador, según el diccionario de la RAE "Libertino habitual que hace gala de deshonrar a las mujeres, seduciéndolas y engañándolas." También fue el alcahuete del duque de Sessa, para quien "trabajaba" de secretario, aunque más bien se dedicaba a escribir poemas con las que el duque intentaba camelar a sus amantes.

Lope de Vega, el escritor más fecundo, desmesurado, creativo e innovador de toda la literatura en español. Sus amores con mujeres de la más variada condición marcaron toda su trayectoria vital y literaria. Ya adolescente dejó embarazada a una prima, menor de edad. Después del bautizo del niño despareció para participar en unas fiestas de la corte y ella tardó meses en volver a echarle la vista encima. Pensando en que se casaría no lo despachó y no se casó, aunque tuvo dos hijos más.  Por amores dejó sin acabar sus estudios universitarios; pagó favores sexuales con comedias al padre de una de ellas, Elena Osorio, padre que luego le demandó y le llevó primero a la cárcel y luego al destierro por unas sátiras en las que le criticaba; raptó a otra (rapto fingido, por guardar las apariencias), Isabel de Urbina, con la que se casó y con la que estuvo hasta la muerte de ella; fue procesado por amancebamiento con una tercera, Antonia de Trillo; casó con una cuarta, Juana de Guardo, con la que tuvo dos hijas; se lió con una quinta, Micaela de Luján, también casada, y tuvo con ella cinco hijos; enviudó de ambas, de Juana y de Micaela, y, donjuán atormentado, se ordenó sacerdote… pero, aun siéndolo y ya con 54 años, ennovió con Marta de Nevares, de 26 años y casada, con la que tuvo una hija más, lo que mató de disgustos -dicen los biógrafos- al marido de ella.


Lope acabó muy solo y casi arruinado. Con su pluma tenía que mantener su tren de vida y el de sus muchas amantes y sus muchísimos hijos. Además de las citadas, tuvo muchas otras parejas, sobre todo actrices. Marta de Nevares se quedó ciega, luego enloqueció y por último murió en una casa cercana a la del poeta donde él la mantenía. Cuando falleció él, le protegía el duque de Sessa, al que Lope le escribía años antes, de encargo, las cartas de amor para sus amantes (y le birlaba alguna de éstas, de paso). Sessa anunció que pagaría el entierro y las honras fúnebres, pero éstas las prohibió el Consejo de Castilla, escandalizado por la vida que había llevado el poeta, y el entierro tampoco acabó bien: Sessa no pagó, y los restos de Lope de Vega, Fénix de los Ingenios, Monstruo de la Naturaleza (este último apelativo se lo puso Cervantes), acabaron en un osario.

Todo o casi todo de lo que fue pasando en vida lo contó Lope en sus versos o en sus comedias, todas sus experiencias las convirtió en literatura. Está considerado como el autor que más ha escrito en la historia del mundo: varias novelas (entre ellas, La Dorotea, quizás la mejor del Siglo de Oro después del Quijote), miles de poemas (sólo sonetos, unos 3.000) y unas 1.500 comedias; no es una errata, 1.500. No fue sólo cantidad, también calidad. Muchos de sus poemas son memorables, y revolucionó el teatro no sólo con sus propias piezas de dramaturgia sino también con su Arte nuevo de hacer comedias, una especie de ensayo en versos blancos en el que explicaba cómo escribir una buena pieza teatral.

¿Es mi imaginación o son demasiados genios con un "lado oscuro"? Seguiré buscando. 





miércoles, 10 de noviembre de 2021

¡Qué pena morirse..!

 


La frase del principio, que es una frase célebre de don Marcelino Menéndez Pelayo, la suscribo de pe a pa. La repito completa, para que me comprendáis mejor: ¡Qué pena morirse ahora, cuando me queda tanto por leer! Y es que, a todo lo que he leído, me gustaría sumar a) lo que me gustaría releer, b) muchas cosas ya escritas que andan en busca de editor (como los personajes de Pirandello que andaban en busca de autor), c) Todo eso que aún no se han escrito pero que quizás ya anda rondando la mente de mis autores favoritos y, sobre todo, d) que no paro de descubrir autores que son nombres mil veces oídos cuya lectura vas aplazando, pensando que la vida es muuuuy larga y, de golpe, te das cuenta que aquello tan largo ha pasado muy rápido.

Mi último descubrimiento ha sido Stefan Zweig, uno de esos autores repetidamente postergados. Más que descubrimiento yo diría redescubrimiento.  Hace muchos años vi un película preciosa titulada "Carta de una desconocida" Para empezar la recomiendo vivamente a todo amante del cine clásico. Luego  supe que el guión era una adaptación de una historia de Stefan Zweig, dirigido por Max Ophüls en 1.948. Pasaron los años y yo no terminaba de hincarle el diente a otros libros de ese autor. Siempre había algo más urgente que se metía por medio. Hace uno años, cuando me pasé al libro electrónico, me recomendaron una página web (epub libre) donde me podía descargar gratuitamente miles de libros. Cuando comenzaron a  cerrar aquellas páginas de descargas de películas y series supe que las de libros serían las próximas y cada día entraba para ver las novedades, aprovechando para descargarme de paso novelas policiacas e históricas. Así he acumulado unos 
3.000 libros en mi disco duro. Ahora sé que hice bien porque esa y otras páginas ya no existen (aunque creo que volverán, porque no se puede poner puertas al campo), pero yo tengo mi reserva para algunos años. Y en un momento en que no tenía otra lectura que me apremiara empecé a leer la biografía de María Antonieta de Zweig. Y fue todo un descubrimiento. Porque Zweig tiene una forma muy particular de abordar los personajes. Son lo que alguien llamó "biografías psicológicas". Zweig se centra en explicar la psicología del personaje, con una agudeza admirable. Conocí otra María Antonieta y comprendí, por fin, por que había vivido como lo hizo. Continué con la de María Estuardo y ocurrió lo mismo. Una nueva María muy distinta, desconocida, apareció ante mis ojos y se me hizo totalmente comprensible su trayectoria vital, el sentido de sus acciones, el por qué de sus decisiones. Ahora me queda la de Fouché. Después trataré de conseguir las de Erasmo, Balzac y otras. También tengo un buen montón de sus obras de ficción, novelas, cuentos, etc. Y, en fin, esto es lo hoy tenía para contar, por si alguien tiene tiempo y ganas y busca recomendaciones (suponiendo que se fíe de mi criterio). 







domingo, 13 de diciembre de 2020

Mirando al pasado


 

Como consecuencia de mis múltiples y simultaneas actividades: clases en tres sitios diferentes, alguna charla ocasional a la que nunca me niego aunque siempre digo que es la última vez, etc, tengo como media docena de pen-drives donde guardo y trasladaba de acá para allá modelos de examen, presentaciones, memorias, fotografías... Esta mañana me he puesto a ver que había en cada uno. He borrado casi todo, pero he hecho un hallazgo que me ha divertido mucho: dos textos escritos en 2.010 papa poner en el blog y que nunca llegué a publicar. Y como hace mucho que no pongo nada en el blog, he decidido que voy a poner en práctica el sagrado mandamiento del reciclaje y os dejo las dos publicaciones: "La barra de la t y otras zarandajas" y "Conversaciones en la carretera". Con ustedes, la Carmina de hace 10 años.















lunes, 14 de septiembre de 2020

Sic transit gloria mundi

Ese patético anciano que es Keith Richards, no sabiendo cómo llamar la atención una vez que ya nadie se asusta de ver su careto, ha soltado la gracia de contar que durante una juerga se esnifó las cenizas de su padre. Creo que no es necesario comentar más sobre esto, independientemente de que sea verdad o no. Pero esta noticia, que está saliendo en todos los periódicos digitales, es una muestra de las cosas tan raras que están ocurriendo con las cenizas de los difuntos y poniendo de relieve la falta de responsabilidad de muchas personas que se hacen cargo de ellas.

Hace sólo unos días un conocido mío las pasó canutas para esparcir las cenizas de su madre. Decidieron echarlas al mar desde el puente que cruza la Bahía. Primero se vieron metidos en un atasco que duró horas, luego se encontraron con que el puente está en obras y aquello era un hervidero de vallas, luces rojas, operarios y demás parafernalia, y que no los dejaban acercarse a la barandilla. Cuando al fin llegaron, resultó que la marea estaba baja y si hubieran echado las cenizas no hubieran llegado al agua. Total, un sainete que contrastaba vivamente con el estado de ánimo de la familia. Finalmente algunos de los miembros más jóvenes de la familia tuvieron que bajar entre las rocas para poder echarlas al mar. Yo, que conocí a la señora en cuestión, realmente siento pena al imaginar toda esa peripecia tan poco digna. Estoy segura de que ella les hubiera dado a los hijos bofetadas hasta en el cielo de la boca si hubiera sabido en lo que se iba a convertir el día de su “entierro”.

Conozco también a una señora que tiene las cenizas de su marido en el salón de su casa, encima de un mueble. Supongo que la familia estará acostumbrada, pero no deja de ser algo violento, sobre todo para las visitas.

Por no hablar de que es inevitable que ocurran episodios trágico-cómicos con las cenizas. Todos conocemos alguno. Y teniendo en cuenta que hablamos de los restos de una persona, todo esto parece demasiado frívolo e irresponsable. Yo, lo más disparatado que he oído fue lo de un hombre que quiso esparcir las cenizas de su padre en el campo de futbol del equipo del que eran seguidores. Como no lo consiguió, las puso en un tetra-brik y las llevaba al futbol cada vez que había partido.

Otro aspecto a considerar es que algunos lugares están condenados a convertirse en destino de las cenizas hasta extremos abusivos. Hace algún tiempo el ayuntamiento de Almonte tuvo que prohibir que se esparcieran cenizas mortuorias en El Rocío. Lo que empezó siendo cuestión de unas pocas personas en poco tiempo se había convertido en una moda descontrolada seguida por varios cientos de personas cada año. Y además la gente no se conformaba con echar las cenizas en lo que en realidad es vía pública o espacio natural protegido, sino que también ponían cruces y arrojaban ramos y coronas de flores en el momento de esparcir las cenizas y en los aniversarios. Yo no he estado, pero me ha comentado gente que el aspecto del lugar llegaba a ser bastante desagradable, incrementado por el hecho de que las urnas vacías se veían tiradas por el camino. Según las palabras de un periodista, aquello parecía Benarés. Y es que ante la muerte los seres humanos no podemos resistirnos a montar todo un espectáculo y en el caso de los rocieros éste incluía también altarcillos, fotos del difunto con el atuendo rociero y una serie de accesorios junto a los cuales el tema de las cenizas era lo de menos.

Tenía idea de que  iba a discutirse en el Parlamento una ley que regula todas estas cosas pero, si se ha aprobado algo en este sentido no la he encontrado aún en la página del BOE. Lo que debería ser una cuestión de sentido común, simplemente, va a tener que ser regulado por la ley, y es que hay demasiado pirado suelto que ha decidido que su funeral se convierta en un happennig sesentero. En estos días ha salido también la noticia de un pleito que en Alemania ha enfrentado a abuela y nieta. La primera ha acudido a la justicia para lograr que su hijo fallecido sea enterrado en el panteón familiar, impidiendo que la segunda encargue convertir las cenizas de su padre  en un brillante. Pero esto no es lo más chusco: un empleado de un museo ha dispuesto que sus cenizas sean arrojadas a los ojos de los administradores del Museo Británico, y un crítico de arte ha decidido que las suyas sean mezcladas con migas de pan y desperdigadas luego por las escaleras de entrada de la National Gallery de Londres, para que se las coman las palomas (1).

Por otra parte, ¡qué obras de arte hubiera perdido la humanidad si esta costumbre hubiera sido masiva! No tendríamos ni las pirámides de Egipto ni el Taj Mahal, para empezar. La industria turística mundial pagaría las consecuencias de este aventamiento general de cenizas. ¡Con lo que le gusta a la gente, además, acudir a donde está enterrada una persona famosa! Que se lo digan si no al hermano de Lady Di, que se está haciendo de oro, o a los parisinos, cuyo cementerio Pere Lachaise es uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad. Y es que es muy difícil resistirse a pasear por un sitio donde están, en bonitas tumbas y monumentos, los restos de gente como Miguel Ángel Asturias, Balzac, Bizet, Maria Callas, Chopin, Corot, Jacques-Louis David, Delacroix, Molière, Modigliani, Jim Morrison, Édith Piaf, Proust, Rudolf Nureyev, Rossini u Oscar Wilde, por nombrar sólo a unos cuantos. Yo misma soy incapaz de sustraerme a la tentación de, cada vez que visito Londres, acudir a la abadía de Westminster y visitar “El rincón de los poetas”, donde están enterrados Chaucer, Dickens, Rudyard Kipling, Lord Byron, Haendel, Milton, Isaac Newton y Charles Darwin, por ejemplo. Es extraña la atracción que ejercen sobre nosotros los restos de las personas que admiramos, sobre todo cuando se dan en una concentración tan elevada como en estos lugares.

Pero también las tumbas de personajes célebres parece que atraen a chalados. Y en el mencionado cementerio de Pere Lachaise lo saben bien. Por épocas se ven obligados a proteger del público ciertas tumbas, como la de Víctor Noir, periodista que fue asesinado en 1870. No es que este personaje sea importante, pero su tumba tiene una estatua de bronce que lo representa yacente, tal como cayó muerto. Y como la estatua tiene la particularidad de presentar una entrepierna bastante abultada, se ha convertido en objeto de culto fetichista por parte de muchas mujeres que se restriegan contra la parte en cuestión para superar sus dificultades en quedar embarazadas. De hecho, mientras que toda la estatua presenta la pátina verdosa propia de un objeto de bronce que está al aire libre, la mencionada protuberancia está dorada y brillante, gracias al continuo frotamiento. Como quedaba un poco extraño ver continuamente a mujeres tumbadas sobre el sepulcro restregándose contra la estatua, tuvieron que colocar una valla, aunque creo que últimamente fue retirada.

También estuvo protegida del público la tumba de Oscar Wilde, cuyo monumento funerario aparecía siempre lleno de huellas de carmín. Esta predilección no acabo de comprenderla, puesto que Wilde era un homosexual que decía cosas bastante ofensivas de las mujeres (2). En fin, siempre hubo señoras a las que les excita que las insulten.

Aunque Cádiz es muy chiquito, aquí no nos privamos de nada. En el cementerio tenemos la tumba del famoso don Rosendo, que era un comerciante del siglo XIX que, según cuentan, era bastante caritativo. Ya en tiempos mucho más recientes se corrió entre el pueblo la noticia de que don Rosendo era como un santo, y que hacía milagros que se le pedían. El frente de su nicho estaba siempre cubierto de velas y flores frescas, hasta varios metros. Últimamente, con el cierre del cementerio de Cádiz, ya sólo quedan allí los restos de las personas que nadie reclama, y el pobre don Rosendo se ha quedado solito, porque el cementerio de Cádiz ya no recibe visitas. Cuando lo trasladen a Chiclana con todos los demás, volverá a ser visitado y agasajado. Y aquí paz y luego gloria (nunca mejor dicho).

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(1) Estas anécdotas y muchas otras cosas curiosas e interesantes se pueden leer en el libro “Bailando sobre la tumba”, en el que el antropólogo Nigel Barley hace un recorrido por costumbres funerarias de todo el mundo.

(2) Frases populares de Oscar Wilde sobre las mujeres:

- La historia de la mujer es la historia de la peor clase de tiranías que el mundo ha conocido. La tiranía del débil sobre el fuerte. La única tiranía duradera.
- Si usted quiere saber lo que una mujer dice realmente, mírela, no la escuche.
- Cómo tener confianza de una mujer que le dice a uno su verdadera edad. Una mujer capaz de decir esto es capaz de decirlo todo.
- No hay nada como el amor de una mujer casada. Es una cosa de la que ningún marido tiene la menor idea.
Las mujeres han sido hechas para ser amadas, no para ser comprendidas.





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lunes, 17 de agosto de 2020

Buenas tardes, Mona


Empezaré explicando, para los que no se dediquen a lo mío, que además de las clases, los claustros, las reuniones de Departamento y otras, las tutorías, las entrevistas con padres y las horas de guardia para sustituir a los compañeros enfermos, en nuestro horario se incluyen también “guardias de recreo”, es decir, pasearnos por el patio intentando que éste se parezca lo menos posible a un patio de instituto: niños jugando al futbol a lo bestia, parejitas morreándose detrás del gimnasio, chavales inconscientes poniendo en peligro su integridad física haciendo toda clase de actividades peligrosas, etc., y todo ello esquivando balonazos y choques con niños que corren marcha atrás, sin retrovisores ni intermitentes.

Continuaré diciendo que mi centro no es un colegio de primaria, sino un instituto de secundaria. De ello resulta que no hay nadie jugando “al corro de la patata” o “al pañuelito”. Es decir, que todos y cada uno de los alumnos, ya mayorcitos, están dedicándose a todo eso que debes evitar: colgándose de los pies de una portería de futbol, con la cabeza a dos dedos del duro cemento, saltando la valla que da a la calle para recuperar una pelota o dedicándose a las peleas en grupo (no pasa nada, profe, es en broma, si son mis amigos).

Es fácil deducir que todo esto es para nada, pues tres profesores no pueden vigilar a más de doscientos niños al mismo tiempo, que además están separados por dos edificios que te impiden verlos a todos a la vez. Ni aunque nos pusieran una torreta y unos prismáticos como los vigilantes de la playa, podríamos controlarlos a todos.

Una vez que haya ocurrido el accidente o incidente, tampoco puedes hacer nada. Aunque la ley te obliga a tener unos botiquines bien surtidos, no puedes darle a un niño al que le duele la cabeza ni una aspirina infantil, ni siquiera con autorización paterna. Y mucho menos curar heridas, coger puntos o poner una venda. Debes llamar a casa de la criatura para que pasen a recogerla, o llevarla al hospital más próximo, dependiendo de la gravedad del asunto. Pero sin intervenir de otra manera, no sea que los padres pongan un pleito al instituto. En cambio, en la mayoría de los colegios, había una enfermería donde se pasaban la mañana reparando toda una serie de pequeños desperfectos, y acto seguido te mandaban para clase como si nada hubiera pasado. Y los padres, agradecidísimos.

En fin, que pasa lo que tiene que pasar, que es lo que ha pasado siempre. Nunca falta un alumno con muletas por una mala caída jugando al fútbol o una “amable” patada de su amigo del alma. Pero a diferencia de otras épocas, ahora estamos siempre con la espada de Damocles sobre nuestras cabezas, temiendo que cualquier padre te monte un pollo, tanto por no proteger a su niño como por protegerlo demasiado (intromisión en su vida privada). No vale de nada decir que si le has repetido a los niños doscientas veces las cosas que están prohibidas, y el niño las hace de todas formas, algo de responsabilidad debe caerle al angelito.

Por otra parte está lo que también ha ocurrido siempre: que al gordo le llaman gordo; a la que tiene gafas, cuatroojos; al que es bajito para su edad, enano y todo ese repertorio de lindezas y motes que se usan desde los tiempos de los egipcios. Por supuesto, se supone que debemos tener un detector de mentes para saber inmediatamente si a un niño le han dicho algo desagradable cuando no había ningún profesor delante. Y por supuesto, suele servir por parte de los padres como excusa perfecta para todos esos alumnos que no dan un palo al agua, no estudian, no traen el material a clase, dejan los exámenes en blanco y se pasan las horas molestando o, simplemente, durmiendo.

A pesar de toda la cháchara pseudopedagógica con que nos tratan de aturdir, sabemos que pasa lo de toda la vida, que los alumnos buscan siempre la manera de hacer lo menos posible, que son crueles entre ellos, que son egoístas, que estudiar les aburre (porque la verdad es que estudiar, así en general, es un coñazo cuando tienes quince años). Por parte de ellos nada ha cambiado. Y para muestra, un botón.

Década de los 40, en un colegio marianista. Hay un profesor que, como todos, tiene su mote. Éste parece un gran simio, y tiene unas manazas como palas de remo. Le llaman “el Mona”, por supuesto a escondidas. Mi padre llega una tarde un poco tarde a clase y supongo que de los mismos nervios, sabiendo la reprimenda que le espera, se le va la pinza y espeta un alto y claro “Buenas tardes, Mona. Me cago en tu padre”. El Mona se pone tan furioso que parece que le va a dar un ataque y, cogiendo impulso, lanza una de aquellas manazas para darle un guantazo a mi padre, directamente, pedagogía de la buena. Mi padre se agacha a tiempo y la mano del Mona le pasa a dos palmos sobre la cabeza. Después, visita al despacho del director, por supuesto, y castigo. Su suerte fue que en ese momento mi abuelo estaba destinado en Ceuta y mi abuela estaba acompañándole. Los niños están a cargo de “tata Moma”, la niñera que ha cuidado de los doce hermanos y que se quedó en la casa para siempre. Eso lo libró de que mi abuelo triplicara el fallido intento del Mona, pero sin fallar.

Cualquiera que hubiera conocido después a mi padre encontraría difícil creerse esta historia, porque era la persona más correcta y educada que se pueda imaginar. Pero los nervios lo traicionaron en aquel momento de esa manera.

Por eso, porque sé por sus relatos lo que era un patio de colegio en los años cuarenta y luego, por experiencia propia, en los sesenta y los setenta, no voy a echarle la culpa de nada a los niños. Por ahí no ha cambiado casi nada. El cambio está en los gili-padres, en los gili-políticos y en las gili-leyes.

Por cierto, mi padre, con su hazaña, se convertiría en el héroe de la clase durante una temporada, hasta que otro la hiciera más gorda aún.

sábado, 11 de julio de 2020

Harta de monsergas



Los que me leen desde mi primer blog (Desde la isla de Eritheia) saben que escribía a chorros. A veces, dos entradas en un mismo día. Llegó el ictus y empecé a escribir menos, no porque me costara, sino porque tuve que dejar de trabajar, salía menos a la calle....., Antes los temas venían a mi como las moscas a la miel después, tenía que buscarlos. También el tono cambió. De sentarme a escribir con los colmillos afilados, a amansarme bastante. Supongo que al empezar a cumplir años, muchas cosas empezaron a importarme un pepino. Pero hoy me he levantado como antes. Afilando los cuchillos. Y lo que voy a tratar se basa en cosas que viví hace años, cuando trabajaba dando clases en un instituto de secundaria. Ayer leyendo una novela. tropecé con el nombre de un personaje real, histórico, que no me sonaba de nada. buscando información, encontré ms datos sobre él y me reafirmé en opiniones que ya tenía,  adquiridas por experiencia.

En el primer instituto que trabajé tuve dos compañeros profesores, uno de Historia y otra de Lengua, que estaban casados con personas estadounidenses. Y ambos contaban lo mismo. El sistema educativo  de EEUU es lo más malo, funesto y embrutecedor que se despacha en el primer mundo. Los norteamericanos opinan que dar una buena enseñanza a todo el mundo es tirar el dinero, así que dan la enseñanza más barata y cutre que hay a todo el mundo, al menos en la pública. Cuando detectan alumnos buenos, a esos sí les dan lo mejor. Piensan:  ¿para qué despilfarrar dinero dando una buena enseñanza a todo el mundo si muchos de ellos no van a llegar a nada, a lo mejor a trabajar en una obra? Los profesores no son especialistas en ninguna materia. El mismo profesor puede dar clases de Educación Física y Ciencias Naturales, es igual. El nivel es tan bajo que cualquiera podría darlo. (Recordad la película "Mentes peligrosas", donde la protagonista pasa de ser marine a profesora de literatura, así,  sin transición"). ¿Os imagináis la que montarían aquí los padres de los alumnos si un soldado de infantería de marina fuese, de golpe, el profesor de literatura de sus hijos? Los que contratan a los profesores y los despiden son los padres (el consejo escolar) Los profesores saben que si suspenden mucho o piden un nivel alto al curso siguiente no vuelven, así que tragan. Ahora bien, en un país donde la Universidad está al alcance de muy pocos un zoquete que juegue bien al baloncesto o al fútbol americano llega a la Universidad como un cohete. Una vez allí, hacen tres cursos donde pueden elegir entre las asignaturas más chorras del mundo: Economía Doméstica, Teatro, Bailes de Salón, etc... Con esos tres cursos ya les dan un título y ese es el título que tienen los profesores de la pública. ¿Para qué gastar dinero en dar cierto nivel educativo a todo el mundo, a gente que a lo mejor no llega a nada? Se dicen "es más rentable ahorrar en la masa que llega a secundaria y luego gastar en contratar a los mejores profesionales extranjeros para lo importante. Ellos (sus países de origen) gastan el dinero público en formarlos y nosotros los aprovechamos. Por eso la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Harvard (que puede permitirse el lujo de pagar lo que quiera) tiene un director español, Rafael Moneo, o el psiquiatra Rojas Marcos fue el máximo responsable de la salud mental del área de Nueva York. Habrá docenas de ejemplos más, pero ahora mismo recuerdo estos.

La profe de Lengua que estaba casada con un americano estuvo allí unos años, viviendo con su marido y se volvió, asqueada porque si quería dar clase tenía que caerle bien a los padres, que son los que contratan y doblegarse en todo al grupito de padres que mangonea el instituto.  

El segundo instituto en el que estuve fue en el de la Base de Rota. Allí hay dos institutos, uno español y otro norteamericano La diferencia de nivel es abismal. Uno de los profesores del instituto americano vino al nuestro, desesperado con su hijo, pidiendo que se lo admitiéramos. Y la criatura, en 2º de ESO, no sabía escribir en su lengua natal "Feliz Navidad", frase que debía haber visto millones de veces, aunque fuera en los escaparates de las tiendas. La profesora de Inglés estaba alucinada. Escribía como un niño de 6 años, garabatos con renglones torcidos, pasando de mayúsculas....

Por eso no debemos extrañarnos que pintarrajeen estatuas de Cervantes (por "racista") o aupen a la presidencia a un zoquete que hace apología en contra del uso de la mascarilla. En fin, ya me he desahogado.

Alguien tiene que decirlo.







miércoles, 3 de junio de 2020

Hibrys y Nemesis



Aracne era una muchacha griega de extraordinario talento para el tejido que se atrevió a desafiar una y otra vez a la diosa Atenea. Cuando, finalmente, la diosa aceptó el reto Aracne sumó a su soberbia la ofensa de representar en su tapiz una visión insultante de los dioses, concretamente del padre de Atenea. Como griega que era, Aracne comprendió, finalmente, que había ido demasiado lejos, cayendo en la que su sociedad consideraba la peor de las faltas: la hybris, caracterizada por la confianza exagerada en uno mismo y en sus obras, unida a la falta de control de los propios impulsos, causando pasiones exageradas, sentimientos violentos y conduciendo inexorablemente a la fatalidad (Ate). Desesperada, intentó ahorcarse. Pero Atenea sintió lástima y la convirtió en araña, tejiendo eternamente su tela. No es Atenea quien la castiga, sino Némesis, encargada de sancionar la hybris, de restituir el orden cósmico natural donde cada uno ocupa su lugar. Atenea, en todo caso, suaviza el castigo. Pero Hybris, Ate y Némesis están siempre unidas, como eslabones de una cadena. Con este mito y muchos otros (Orestes, Prometeo, los hijos de Edipo…) los griegos nos explicaban que la ceguera moral que lleva al hombre a rebasar sus propios límites, la falta cometida, el castigo fatal de los dioses y la desgracia que acarrea dicho castigo son aspectos inseparables.
Todas las culturas llegaron a conclusiones parecidas, expresándolas en diversos mitos. Desear más que lo que el destino nos asigna es desmesura, Hybris, y Némesis nos devolverá al lugar que nos corresponde. La alteración de un orden previo considerado natural no es algo inofensivo, siempre pasa factura, y lo peor es que esta factura usualmente no la paga sólo el culpable, sino que la tragedia toca de paso a muchas más personas.

El caso de Aracne es ciertamente inusual, porque la hybris donde tiene su campo abonado es en el poder y la política. Siempre se ha sabido que el poder engendraba hybris, y que aquellos que tenían en su mano manejar la vida y la muerte de millones de personas estaban, tarde o temprano, destinados a “perder la cabeza” de un modo u otro. Alejados de la realidad, capaces de justificar la violencia o lo que hiciera falta, sordos a los consejos de los más sabios, convencidos de su infalibilidad. Pero vamos a peor.

Hoy día el concepto de Hybris no resulta políticamente correcto, por muchos motivos. Nuestros logros tecnológicos nos hacen olvidar la fragilidad de nuestra terrenalidad. En lugar de educar en una moral de la moderación y la mesura se ensalza la soberbia y la arrogancia, disfrazadas bajo nombres tan aparentemente inofensivos como autoestima. Se presenta la humildad y la modestia como algo risible y que nos puede estorbar en la consecución de nuestros deseos.

El resultado es que la hybris ya no afecta sólo a los políticos y gobernantes. Ya no se trata sólo del poder, sino también del dinero. Deportistas y artistas de todo género sepultados en montañas de billetes que, en un principio, ellos mismos no acaban de creer que sean para ellos. Hasta que terminan creyendo que merecen eso y mucho más.

Los innumerables realities de televisión y sus castings previos, que se han revelado como un lucrativo negocio, se han convertido en la mayor fuente de hybris de la historia, sin nada que envidiar a dinastías de megalomaníacos emperadores o a reuniones internacionales de vanidosos y mononeuronales presidentes de gobierno. Claro que, cuando llega Némesis y envía para su casa a un individuo que acaba de hacer el ridículo más espantoso con el mismo numerito con el que toda la familia le viene riendo la gracia desde que tiene cinco años, todavía tiene la arrogancia de ponerse delante de una cámara y espetar a los millones de espectadores a los que acaba de ofender con su torpeza y su falta de talento que “no es justo”. Ahí está el problema. Mientras que a un griego analfabeto nadie tenía que explicarle lo que era Hybris, Ate y Némesis, estas criaturas no lo entenderán nunca.

Pero hay negocio no sólo en quien tiene un mínimo talento, sino también en quien no tiene ninguno. Y estos pobres desgraciados son explotados sin escrúpulos en penosos espectáculos que son como aquellas exhibiciones de “monstruos de feria” que tan de moda estaban hace un siglo. Gente que sólo es capaz de emitir ruidos horrísonos y desafinados se presenta a concursos musicales; chicos y chicas feos, sin estilo, vulgares y ordinarios pretenden convertirse en iconos de belleza y elegancia; gente torpe, sin condiciones físicas y sin agilidad en concursos de baile… Petardas de toda clase y condición, que han hecho lo impensable y más para ser "famosos", se presentan como víctimas de una multitud de admiradores que no les permite llevar la vida tranquila de una persona anónima, pasando desapercibidos CUANDO LES CONVIENE..... Para qué seguir, si todos sabemos de lo que hablamos.


Pd: Esto me lleva a conectar con un interesante tema del arte español de primera fila. Se me acaba de ocurrir que mañana puede ser una bonita continuación.

sábado, 16 de mayo de 2020

Atentados

En primer lugar, quiero dejar constancia de que cualquier clase de atentado me espanta y me produce rechazo, y que pienso que no hay causa en el mundo que justifique uno. Pero hoy escribo sobre atentados contra obras de arte. Supongo que sus autores los cometen por fanatismo (como la voladura de los budas por parte de los talibanes) o trastorno mental (luego veremos un ejemplo de estos). Pero lo que me da que pensar es que estos atentados contra obras de arte se cometen porque sus autores saben que, eligiendo estos objetivos, tienen asegurada una enorme publicidad en medios de todo el mundo, y que no van a pasar desapercibidos. Esto me lleva a una triste conclusión: los periódicos, televisiones, etc... parecen dar más importancia a la perdida de una obra de arte que a una vida humana. Y aún más: no todas las vidas parecen tener la misma importancia. La pérdida de un personaje famoso y la de un anónimo parece que no valen lo mismo. Pensaba esto en los últimos días cuando nos han bombardeado con la muerte del hijo de Ana Obregón, y que hablaran de ella como si fuera la única madre que perdió un hijo, y precisamente en estos días de la pandemia, cuando CADA MÉDICO Y ENFERMERA QUE HA MUERTO A CAUSA DEL CORONA- VIRUS TAMBIÉN TENÍA PADRES, HERMANOS, QUIZÁ HIJOS. Y así, comparando muertos, llegué al tema del que escribo hoy, atentados contra obras de arte realizados, probablemente por asegurarse una atención mediática excepcional.

 La Venus del espejo de Velázquez,  se expone en la National Gallery de Londres. Está en Inglaterra porque fue robada durante la invasión napoleónica en el Palacio de Buenavista de Madrid.

La obra fue adquirida en 1.906 para la National Gallery. Yendo a lo que nos ocupa, el 10 de marzo de 1.914, una mujer llamada Mary Richardson, sufragista militante británica de origen canadiense atacó la pintura con un hacha de carnicero, en respuesta al arresto de la compañera sufragista Emmeline Pankhurst el día anterior. Richardson fue sentenciada a seis meses de prisión, el máximo permitido por la destrucción de una obra de arte.​ En una declaración que hizo al Sindicato Político y Social de Mujeres poco después, Richardson explicó: «He intentado destruir la pintura de la más bella mujer en la historia de la mitología como una protesta contra el Gobierno por destruir a la Sra. Pankhurst, quien es la persona más hermosa de la historia moderna.»​ Añadió en una entrevista de 1952 que a ella «no le gustaba la manera en que los visitantes masculinos la miraban boquiabiertos todo el día». Como esperaba Richardson, los periódicos se hicieron amplio eco de la noticia, hablando del ataque como si fuera un asesinato, apodando a su autora "Mary la sangrienta". The Times hablaba de "una cruel herida en el cuello" para referirse a los daños. A la pintura se le hizo una restauración en 1.965-66, que demostró que estaba en buenas condiciones. No voy a entrar en hacer un comentario artístico del cuadro porque no es el objetivo de este post. Quien desee este tipo de información puede consultar el artículo correspondiente en Wikipedia.


   En segundo lugar me referiré a otro suceso más reciente. La Piedad de Miguel Ángel que se encuentra en la basílica de San Pedro en el Vaticano fue un encargo del cardenal  de Saint Denis, embajador del rey de Francia ante el papa. Fue realizada por un jovencísimo Miguel Ángel de sólo 24 años. El contrato especificaba que debía estar teminada en el plazo de un año y fue, efectivamente entregada dos días antes de se cumpliera el plazo. El cardenal ya había muerto, por lo que su primer emplazamiento fue la tumba de comitente, situada en la capilla de Santa Petronila del Vaticano. Entre los años 1.749 y 1.750 fue trasladada al emplazamiento actual. Con el primer adelanto que le pagaron Miguel Ángel compró un caballo y fue personalmente a las canteras de Carrara para elegir el bloque de mármol.


   El 21 de mayo de 1972 (día de Pentecostés) la imagen sufrió un atentado cuando un geólogo australiano de origen húngaro, llamado Laszlo Toth, golpeó en apenas unos pocos segundos el rostro y uno de los brazos de la Virgen con un martillo en quince ocasiones, mientras gritaba ¡Yo soy Jesucristo, resucitado de entre los muertos!; rápidamente fue reducido y detenido. El autor de este atentado, reconocido enfermo mental, se mantuvo en un manicomio italiano por un año y luego regresó a Australia. Desde entonces, la Piedad está protegida por una pared de vidrio especial a prueba de bala.



En este caso sí me voy a detener en comentar varios puntos, porque son curiosos y quizás poco conocidos:

- La obra está esculpida en un solo bloque, sin partes añadidas o ensambladas, lo que se denomina ex uno lapide. Después del atentado y posterior restauración ya no es así, porque se reintegraron los fragmentos que se pudieron encontrar. Se recogieron hasta los fragmentos más diminutos, se pulverizó el mármol y se mezcló con un producto con el que se modelaron las partes faltantes, incorporando un producto que hace que bajo determinada luz esas partes reintegradas se vean fluorescentes, para cumplir el criterio de restauración de que se puedan distinguir qué forma parte de la obra original y qué ha sido añadido.


- Es la única obra que el autor firmó, y lo hizo porque nadie pensaba que pudiera ser obra de un muchacho de 24 años. Según Vasari, ocurrió lo siguiente: Un día Miguel Ángel se acercó al lugar en el que había sido colocada «La Piedad» ya finalizada, y encontró a unos visitantes de origen lombardo contemplándola. Uno de ellos preguntó por el autor y otro le respondió: «Nuestro Gobbo, de Milán». Después de esto, el artista accedió una noche a aquel lugar y esculpió su nombre en la obra, y además lo hizo en un lugar preminente y bien visible: la cinta que cruza el pecho de la Virgen de la Virgen María. El texto exacto que grabó en la obra es: «MICHAELACELUS BONAROTUS FLOREN FACIEBA», o lo que es lo mismo: «Miguel Ángel Buonarroti, el florentino, lo hizo».

- Aunque está pensada para un punto de vista frontal, está tallada en bulto redondo. Los pliegues de la ropa de la Virgen en la espalada están tallados con la misma perfección que si fueran a estar a la vista. Y aún más, la cara de Cristo mira al cielo, pero está esculpida como si los espectadores la tuvieran a la vista. Y en un alarde más, la espalda del Cristo está esculpida con perfección anatómica, aunque no se vea, sabiendo que no se iba a ver nunca. Para ello, el escultor tuvo que usar unos cinceles especiales muy cortos para esculpir las costillas en una dificil maniobra a través de un túnel curvo. 

- La composición de la obra se basa en tres aparentes contradicciones:

1. Los ejes del cuerpo de Jesús (líneas quebradas) se contraponen a los pliegues curvilíneos y angulados de los vestidos de la Virgen María.

2. El brazo derecho de Jesús cae inerte. Éste se contrapone al brazo izquierdo de la Virgen, que está lleno de vida y conmiseración.

3. Los pliegues de la Virgen con oquedades forman acusados contrastes que crean  fuerte claroscuro. Estos se contraponen a las superficies claras y lisas del cuerpo de Jesús, expresados en "sfumato".

- Se pueden añadir la aparente contradicción entre la cara casi infantil de la Virgen y el hecho de ser madre de un adulto.

- La Piedad es un tema recurrente en la obra de Miguel Ángel, desde esta obra de juventud hasta la Piedad Rondanini, en la que estuvo trabajando hasta 6 días antes de su muerte. 


   - El autor también corrigió algo que "rechinaba" en las representaciones medievales de este tema: la forzada forma de representar a la Madre sosteniendo el cuerpo del Hijo adulto. Para ello, la figura de la Virgen es bastante más alta que la de Cristo, aunque eso el espectador, desde su punto de vista, no lo nota. 


Y hasta aquí mis reflexiones sobre los atentados contra obras de arte, sea por fanatismo. ideología o locura. Más bien sobre mi perplejidad cuando los medios de comunicsción dan más bombo al daño a una obra de arte, por muy buena que sea, que a la pérdida de una vida humana o "como va la escala  vida humana famosa-vida humana anónima-obra de arte famosa"

Fuentes:
Wikipedia
Blog Curistoria, de Miguel J. Prieto 
Diversas lecturas de mi biblioteca