lunes, 23 de marzo de 2020

La mujer detrás del gps




Gladys West, nacida Gladys Mae Brown , nació en 1930 en el condado de Dinwiddie, Virginia, un  sitio "muy rural", cuenta.

Su familia tenía una pequeña granja, y ella tenía que trabajar en el campo con ellos. "Era un poco lo contrario de lo que tenía en mente", asegura. Ella tenía otras  tenía otras ambiciones: no quería quedarse allí recogiendo tabaco, maíz o algodón como sus vecinos. Tampoco quería trabajar en una fábrica cercana, machacando las hojas de tabaco para confeccionar cigarrillos o preparar tabaco para pipas.


"Al principio pensé que tenía que ir a la ciudad", dice, recordando que creía que eso la ayudaría a abandonar ese trabajo. "Pero después, cuando fui accediendo a más educación, obtuve calificaciones más altas y aprendí que la educación era lo que me ayudaría a salir de allí.

Trabajó duro, se graduó con las mejores notas de su clase, y se aseguró la beca. "Cuando llegó el momento de ir a la universidad, no sabía bien qué estudiar", explica. "Me aconsejaron que, como era buena en todas las materias, debía graduarme en ciencias o matemática o algo más difícil, que no estudiara tanta gente".West se decidió por matemáticas, una materia que en su universidad cursaban más hombres que mujeres.

Las pocas compañeras mujeres que tenía dirigieron sus carreras hacia la enseñanza. Ella también enseñó por un par de años, pero se le abrieron oportunidades en otras partes y así fue como se fue a trabajar en la base naval de Dahlgreen, donde consiguió ser la segunda mujer negra admitida. Allí, recopilaba y procesaba información de satélites, y la usaba para determinar su posición exacta. Después trabajaba con los programadores en las funciones que las computadoras necesitaban desarrollar.

Al mismo tiempo que West trabajaba como matemática, el movimiento por los derechos civiles en EE.UU. ganaba fuerza. Figuras como Martin Luther King y Malcom X, denunciaban el racismo en todo el país.Pero al ser empleada del gobierno, no podía participar muy activamente, por temor a no conservar su trabajo. "Nosotros estábamos trabajando para el gobierno y no podíamos participar en actividades no gubernamentales cuestionables", declaró en una entrevista. Durante ese periodo de su vida, incluso vivía dentro de la base naval. Entre sus compañeros sólo había una mujer y dos hombres de color. Se casó con Ira Brown,  uno de esos dos compañeros.



Gladys continuó trabajando como matemática y su trabajo fue recompensado cuando la directora de su departamento la nominó en 1979 para recibir una mención. Así, fue recomendada para encargarse del proyecto del radioaltímetro Seasat, el primer satélite que podía observar remotamente los océanos. Tras retirarse en 1998 después de una carrera de más de 40 años,  Gladys West y su marido decidieron celebrar esta nueva etapa en sus vidas viajando. Después, Gladys regresó a la universidad e inició un doctorado en Física en el Instituto Tecnológico de Virginia que tuvo que interrumpir cuando sufrió un derrame cerebral que le afectó al oído, vista, equilibrio y movilidad. "De repente", dice, "estas palabras me vinieron a la mente: 'No te puedes quedar en la cama, tienes que levantarte y terminar tu doctorado'".Y Gladys lo logró.

Su historia y sus logros, sin embargo, no salieron a la luz sino hasta que un miembro de su universidad, leyó una breve biografía que West había entregado para un acto de alumnos. Desde entonces, diversos artículos sobre West aparecieron en la prensa local, algunos estudiantes escribieron sobre ella y West fue reconocida oficialmente por el Senado de Virginia. Una resolución elogió a West "por su innovadora carrera en matemáticas y por su contribución vital a la tecnología moderna".  Finalmente se reconoció oficialmente que West había jugado un "papel fundamental" en el desarrollo del GPS.

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