miércoles, 22 de enero de 2020

No puedo con los hipócritas

Ya dejé claro en una entrada hace años que no puedo con los hipócritas, y sigo siendo la misma, pues sigo pensando igual: No puedo con los hipócritas.

 Así que seguiré desenmascarando a todo el que pueda. El capítulo de hoy de la serie "Hipócritas" se titula Isabel Celaa.

Esta señora fue precisamente consejera de Educación en el País Vasco, entre 2009 y 2012. Sin embargo, la propia Celaá no ha llevado a su propia vida y familia aquello que intenta imponer a los demás. En ese periodo llevó a sus hijas a un colegio católico, concertado, con uniforme obligatorio, trilingüe y además parece ser que en aquel momento diferenciado, o como le gusta decir al nuevo gobierno, con educación segregada por sexos. De este modo, sus hijas Bárbara y Patricia estudiaron ambas en el Colegio Bienaventurada Virgen María, más conocidas como las Irlandesas de Lejona,  El uniforme es obligatorio, y a tenor de las edades de las hijas de la ministra es muy probable que ellas estudiaran en el centro cuando era diferenciado y sólo había niñas. En el presente el colegio es mixto. Esta elección para su vida familiar llama la atención si se tiene en cuenta el escándalo que generó en noviembre cuando en su discurso durante el Congreso de Escuelas Católicas soltó que  la libertad de los padres para elegir tipo de centro no emana del artículo 27 de la Constitución" y que "de ninguna manera puede decirse que el derecho de los padres a escoger una enseñanza religiosa o a elegir centro educativo podrían ser parte de la libertad de enseñanza".

Creo que no hace falta añadir nada más.No sé por qué, creo que la lista de mis hipócritas seguirá aumentando.

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