martes, 4 de febrero de 2020

El deportista mejor pagado de la historia (y era hispano)



Las carreras de carros se celebraron durante al menos mil doscientos veinticinco años. La primera que se puede fechar se celebró en Olimpia en el año 680 a.C.: entonces los cocheros se llamaban hipótai. Y fue Totila, rey ostrogodo, quien las suprimió en el 545 d.C., cuando los conductores de carros del circo eran llamados agitatores.  Pero, además del nombre, muchas otras diferencias separaban a las carreras griegas y a las romanas. En Grecia, la pista de carreras era un espacio plano sin spinna o murete central, ni pretensiones monumentales, en el mundo romano los circos llegaron a ser enormes construcciones, cuya spinna estaba profusamente decorada con esculturas y hasta obeliscos. Los  griegos, vestían camisolas de manga corta, que les llegaban a los tobillos, mientras que los romanos  iban con casco, faldellines y con las piernas vendadas; en Grecia, se daban nueve o doce vueltas a la pista, mientras que en Roma, solo siete. En Grecia, caballos y carros pertenecían y representaban a sus dueños, aristócratas y reyes, que eran quienes cosechaban la gloria de los triunfos; en Roma las factiones eran auténticas empresas participadas por mucha gente, que se identificaba con su color.

En Roma se celebraron juegos circenses más de un tercio de los días de un año. Cada factio contaba con varios conductores en nómina y en una carrera participaban uno o dos de cada equipo. Un auriga podía participar en unas diez carreras a la semana. Durante la celebración de las grandes competiciones, las ciudades quedaban desiertas y en silencio: todo el mundo estaba en las carreras y patrullas militares recorrían las calles para evitar el pillaje.

En las carreras de cuadrigas compitieron normalmente cuatro factiones, cada una con su color distintivo: (factio albata, factio veneta, factio prasina y factio russata (bando blanco, azul, verde y rojo, respectivamente). Constituían verdaderas empresas en las que había enormes capitales invertidos en caballos, carros, sueldos de corredores, establos, empleados, manutención, traslados, cuidados de bestias y hombres, etc. Los aurigas eran gentes a sueldo, verdaderos profesionales, diríamos hoy. Esclavos a veces, pero no siempre. Los premios se distribuían entre ellos y la empresa. De ahí la importancia de hacer buenos fichajes: aurigas, entrenadores y caballos eran objeto de un agresivo comercio. Y los vemos pasar de una a otra factio a lo largo de su carrera deportiva. Los romanos era muy supersticiosos, hombres y caballos se protegían con amuletos contra los hechizos y aojamientos… que a su vez lanzaban contra sus contrarios. Así, por ejemplo, los cascabeles  eran antídotos contra  brujerías. Y lo mismo puede decirse de los tatuajes de los aurigas.Por los alrededores de los circos merodeaban astrólogos, corredores de apuestas, informadores, magos y brujas.

Tablilla de maldición encontrada en Hadrumentum (Túnez)

La tablilla, de plomo, mide 11 por 9 centímetros. Por una cara se encuentra el siguiente texto, transcrito y traducido por J. Sanguino Collado:
Adiuro te demon qui/cunque es et demando ti/bi ex anc ora anc di/e ex
oc momento, ut equos / prasini et albi crucies / ocidas, et agitatore
Cla/rum et Felice et Primu/lum ocidas/collida, neque spiritum
illis/lerinquas; adiure te / per eum qui te resoluit / temporibus deum
pelagi/cum aerium Iaw Iasdaw / ooriw…ahia.
Te conjuro, demonio, quienquiera que seas y te pido que desde esta hora, este
día, desde este momento, torture y mates a los caballos de los Verdes y de los
Blancos, y hagas chocar y mates a los aurigas Claro, Félix, Prímulo y Romano y no
dejes ni el espíritu para ellos, te conjuro a través de éste que te desligó para
siempre, el dios del mar y del cielo Iaw Iasdaw ooriw…ahia.
En la otra cara hay grabado un demonio, con cresta de gallo, de pie sobre una
pequeña barca, que porta en las manos una copa y un incensario.

 Y se podían conseguir ciertas tablillas de plomo garabateadas con símbolos y palabras siniestras que garantizaban cojeras de caballos y roturas de ejes de carros. La fé, del signo que sea, siempre ha movido montañas. Y negocios. Este oscuro comercio estaba perseguido y muy severamente castigado por las
autoridades. Pero las medidas represoras debieron tener una eficacia limitada, porque se han encontrado abundantes testimonios arqueológicos, que hoy se exhiben en las vitrinas de los museos.

El más famoso de los aurigas romanos, ídolo de multitudes, fue, Cayo Apuleyo Diocles, que  según una inscripción que enumeraba todos los triunfos obtenidos durante su carrera, era  un natione hispanus lusitanus, es decir, hispano lusitano de nación, sin que se conozcan más detalles sobre su lugar de origen.

Sus admiradores levantaron una inscripción con un resumen de toda su carrera que debió estar en los alrededores del circo de Nerón. El original no se conserva, pero sí varias copias, lo que permite reconstruir el texto:

Cayo Apuleyo Diocles, auriga de la facción roja, de nación hispano lusitano, con 42 años, 7 meses y 23 días. Corrió por primera vez en la facción blanca, siendo cónsules Acilio Aviola y Cornelio Pansa (122 d.C.). Venció por primera vez en la misma facción siendo cónsules Manio Acilio Glabrión y Cayo Belicio Torcuato (124 d.C.). Corrió por primera vez en la facción verde siendo cónsules Torcuato Asprenate por segunda vez y Anio Libón (128 d.C.). Ganó por primera vez en la facción roja siendo cónsules Lenas Ponciano y Antonio Rufino (131 d.C.), condujo cuádrigas (durante) 24 años. Salió de la puerta 4.257 (veces). Venció 1.462 (veces), 110 a pompa. Venció en singulares 1.064 veces, de entre ellas 92 premios mayores: el de 30.000 (sestercios) 32 (veces), tres de ellas con tiro de seis caballos; el de 40.000 28 (veces), dos de ellas con tiro de seis caballos; el de 50.000 29 (veces), dos de ellas con tiro de siete caballos; el de 60.000 tres veces; en los desafíos de dos carros 347 (veces), 4 de ellas con un tiro de tres caballos, (el premio de) 15.000 sestercios; en los de tres carros venció 51 (veces). Consiguió los honores en 1.462 carreras, segundos 861 (veces), terceros 576, cuarto una vez con premio de 1.000, y salió en vano 1.351 veces. En la facción azul venció 10 (veces), en la blanca 91, de ellas dos con premio de 30.000 sestercios. Obtuvo una ganancia (total) de 35.863.120 sestercios, y además ganó con tiros de dos caballos miliarios (que ya habían ganado 1.000 carreras) 3 (veces), 1 (de ellas) en los blancos y 2 en los verdes. Tomó la delantera (desde el inicio) y venció en 815 (ocasiones), quedó retrasado (y luego) ganó en 67, perdió la delantera (la recuperó y) ganó en 36. En otros géneros ganó 42 (veces). Adelantó a todos (saliendo último) y venció 502 (veces), 216 en los verdes, 205 en los azules (y) 81 en los blancos. Hizo centenarios a 9 caballos y bicentenario a 1. Sus distinciones (...) cuando un año ganó con un tiro de cuatro caballos por una cabeza (de ventaja) dos veces y adelantando a todos (saliendo último) dos veces. Según consta en las actas (del circo) Avilio Terencio, de su facción, fue el primero que venció 1.011 (veces), desde lo cual muchos (también) vencieron (...) Diocles, el año que (obtuvo) por primera vez 100 victorias consecutivas, fue vencedor 103, (y) venció en singulares 83. Además de esto, aumentando la gloria de sus títulos, superó a Talo, de su facción, que por primera vez en la facción roja (...) Diocles, el más eminente de todos los aurigas, venció en un año 134 (veces) cediendo el inicio (¿dando ventaja?), en singulares 118, títulos que lo elevan por encima de todos los aurigas que jamás corrieron en los certámenes de los juegos circenses. Todos repararon y admiraron el mérito de que, cediendo el inicio y con un tiro de dos caballos, llevando en su yugo a Cotino y a Pompeyano, venciese 99 (veces), 1 (con un premio de) 60.000 (sestercios), 4 de 50.000, 1 de 40.000 y 2 de 30.000 (...) de la facción verde, venció 1.025 (veces), el primero de todos desde la fundación de la ciudad que venció en 7 carreras de 50.000 sestercios. Diocles le superó y venció 8 veces con tres (caballos), llevando en su yugo a Abigeio, Lúcido y Parato. Así mismo superó a Comunis, Venusto y Epafrodito, tres aurigas miliarios de la facción azul que ganaron 11 (veces) en (premios) de 50.000 sestercios. Diocles, con dos (caballos), Pompeyano y Epafrodito, venció en (premios) de 50.000 (sestercios) ¿12? (veces) (...) de la facción verde, vencedor 1.025 (veces), Flavio Escorpo, vencedor 2.048 (veces), Pompeyo Musculoso, vencedor 3.559 (veces), tres aurigas que (en conjunto) vencieron 6.632 (veces), 28 de ellas de 50.00 sestercios (...) Diocles, el más eminente de todos los aurigas, ganó 1.462 (veces), 29 (de ellas) de 50.000 sestercios. Con nobilísimo esplendor brilla Diocles. Si Fortunato, de la facción verde, con el (caballo) vencedor Tusco, ganó 386 (veces), 9 (de ellas) de 50.000 sestercios (...) Diocles, con el (caballo) vencedor Pompeyano, ganó 152 (veces), 10 (de ellas) de 50.000 sestercios y 1 de 60.000. Diocles descolló con nuevas proezas y marcas nunca antes registradas, como ganar en un día dos veces (un premio) de 40.000 sestercios con un tiro de seis caballos, y, aún más, (...) con un tiro de siete caballos uncidos entre sí, espectáculo nunca visto hasta entonces con ese número de caballos, venció en un certamen de 50.000 sestercios, y descolló vistorioso con (el caballo) Abigeio y sin látigo. Ganó en otros certámenes de 30.000 sestercios (...) como estas novedades se vieron por primera vez está doblemente ornado por la gloria. El que parece haber obtenido el primer lugar de entre los aurigas miliarios, Poncio Epafrodito, de la facción azul, solo ganó 1.467 (veces), 940 (de ellas) singulares, en tiempos de nuestro emperador Antonino Pío Augusto. Diocles ganó 1.462 veces, 1.064 (de ellas) singulares. En este mismo tiempo Epafrodito venció adelantando a todos (saliendo último) 467 (veces). Diocles venció adelantando a todos (saliendo último) 502 (veces). El auriga Diocles venció este año 127 (veces), con (los caballos) Abigeio, Lúcido y Pompeyano; Poncio Epafrodito, de la facción azul, venció con Búbalo 134 (veces); Pompeyo Musculoso, de la facción verde, con (...), venció 115 (veces). Diocles los superó, (y) ganó con Pompeyano 152 (veces), 144 (de ellas) singulares. Y, aumentando su gloria, ganó 445 (veces), 397 (de ellas) singulares, llevando en yugo a los cinco (caballos) Cotino, Gálate, Abigeio, Lúcido y Pompeyano

 La Provincia Lusitania comprendía los territorios entre el Duero y el Guadiana, la mayor parte de los que hoy son Portugal y Extremadura. Su capital, Emerita Augusta –Mérida-, contaba con uno de los circos más grandes del Imperio Romano, inaugurado, se supone, a mediados del siglo I: unos cincuenta años antes del nacimiento de Diocles, que ocurrió el año 104, en tiempos de Trajano Se suele decir que nació en Mérida, pero en realidad no se conoce su lugar de nacimiento. En el circo de Mérida obtuvo su primera victoria importante (compitiendo con la factio albata) y por ello se le suele llamar emeritense, pero no consta.

Lusitania era y es tierra de magníficos caballos. Quizás porque a sus yeguas, según cuenta
Columela, se creía que las fecundaba el viento: …vueltas hacia el Céfiro atraen hacia sí sus dulces brisas y a menudo, sin ninguna clase de cópula quedan preñadas del viento, cosa esta increíble de contar....

A falta del dato cierto, Diocles tiene una calle dedicada en Mérida.

Fuera o no el viento el autor de la preñez de las yeguas lusitanas, lo cierto es que sus crías tenían fama de ser muy veloces. Diocles nació, sin duda, en tierra de buenos caballos. Y de gran afición a las carreras, como atestiguan, aún hoy, las dimensiones de su circo. Pero además de contar con un entorno adecuado, debíó apuntar maneras desde niño, porque a los dieciocho años ya competía en Roma.

A partir de esa victoria en Mérida, Diocles saltó a la fama y fue "fichado" para competir en Roma, donde transcurrió el resto de su carrera, que sucedió  mayoritariamente durante el reinado de Diocleciano, hasta que se retiró con 42 años.

Veámos ahora la carrera de Diocles en cifras:

Durante veinticuatro años participó en 4.257 carreras, de las que ganó 1.462. Nueve de sus caballos lograron más de cien victorias. Alternando bajo el yugo en el centro de la cuadriga a Cotynus, Galata, Abigeius, Lucidus y Pompeianus obtuvo 445 victorias: Con Pompeianus entró vencedor 152 veces y consiguió premios por 560.000 sestercios. A lo largo de su carrera Diocles pasó por las cuatro facciones clásicas (blanco, verde, azul y roja). Posteriormente se crearon otras dos, la púrpura y la dorada, pero duraron muy poco- Finalmente dos fueron absorbidas por otras dos y solo quedaron la verde y la azul.  

Conducir un carro de cuatro caballos, incluso sin los alardes realizados por Diocles,  ya era muy complicado, porque, si bien los dos caballos del centro iban uncidos al carro, los dos de los extremos iban sueltos. Había que tener una habilidad extraordinaria para conseguir, sin tenerlos sujetos con nada, que no se desviaran. Además de difícil, era peligroso. Algunos aurigas se enrrollaban las riendas alrededor de la cintura  e inclinándose a un lado u otro dirigían a los caballos con el cuerpo. Pero esto entrañaba un peligro: si por accidente se producía un vuelco, los aurigas así sujetos a los caballo eran arrastrados por estos, lo que solía terminar con la muerte del auriga. La mayoría de ellos morían jóvenes. También por eso Diocles fue excepcional. Murió en Praeneste, en su cama, habiéndose retirado con 42 años, rico y admirado.Sus hijos,  Cayo Apuleyo Nimfidiano y Nimfidia, le dedicaron una estatua cuya basa tenía la siguiente inscripción:

C(AIO) APPVLEIO DIOCLI
AGITATORI PRIMO FACT(IONE)
RVSSAT(O) NATIONE HISPANO
FORTVNAE PRIMIGENIAE
D(onVm) D(edit)
C(aius) APPVLEIVS NYMPHIDIANVS
ET NYMPHYDIA FILII

Según subía en su carrera, Diocles continuaba asombrando al público con el "más difícil todavía". Venció conduciendo un carro tirado por siete caballos, compitió sin látigo, con caballos ajenos en el lado izquierdo, saliendo el último dando ventaja a todos… En fín, fue un mito y nadie, nunca, logró superar sus hazañas. Según los exactos datos epigráficos que se conservan, ganó 35.863.120 sestercios: una auténtica fortuna, para su época y para la nuestra. Se ha calculado la equivalencia de sus ganancias a la actualidad y ningún otro deportista de la historia, incluyendo los actuales ídolos del fútbol Ronaldo y Messi ha ganado tanto dinero como él. Se ignoran las circunstancias de su muerte; se cree que ocurrió en Praeneste, la ciudad a 40 km. de Roma donde se estableció tras retirarse, rico y en buena posición social.

FUENTES:

Wikipedia
Un milenio de cuádrigas: hipótai y agitatores. Juan Antonio Aycardo 


No hay comentarios:

Publicar un comentario