miércoles, 11 de septiembre de 2019

225. Creencias arraigadas

A pesar de que la experiencia demuestre lo contrario una y otra vez, miles y miles de españoles siguen cayendo cada año en la misma tonta superstición. ¿Qué puede impulsarles a creer que en el sorteo de la lotería de Navidad la bolita que va a resultar emparejada con aquella otra que marca el máximo premio, desafiando todas las leyes de la probabilidad, va a coincidir, de una manera más o menos forzada, con una fecha concreta? Únicamente la simple ignorancia.

Pues bien, cuando faltan cuatro meses para dicho sorteo, ya está agotado el número 11.511. Y sólo porque coincide con la fecha del terremoto de Lorca. También se han agotado ya 48 de las 50 series del mismo número para el sorteo del Niño. Para aquellos un poco más lentos que no pudieron asegurarse la lluvia de millones. Porque ya sabemos que todos los años el Gordo de Navidad coincide con alguna fecha trágica. Hacerse rico en España es tan fácil como estar al tanto de las mayores catástrofes ocurridas en el país y ser rápido para comprar el décimo apenas se ponga a la venta.


Pero no se crean que son los lorquinos, en su desesperación y necesidad, los que han creído firmemente en esta paparrucha. De toda España han reclamado el número. El 11.511 está repartido por administraciones de Barcelona, Manises, Cáceres, Bilbao, Huesca y Madrid, además de la propia Lorca.

¿Qué ocurrirá el año que no haya ningún terremoto, atentado terrorista, desastre ecológico, etc.? Pues que habrá que confiar en la suerte al comprar el número, vaya faena. Porque si algo sabe todo el mundo, es que LA LOTERÍA NO ES CUESTIÓN DE SUERTE.

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