martes, 10 de septiembre de 2019

205. Mi primera denuncia

Excelentísima Sra. Doña Leire Pajín, Ministra de Sanidad:

Animada por el estímulo recibido desde ese ministerio para denunciar conductas que impidan nuestra pacífica convivencia y consciente de que el principal problema que sufren los españoles es el nunca suficientemente denostado machismo (verdadero culpable del estado de pobreza e incluso miseria que sufre la cuarta parte de la población, amén del terrorismo, la contaminación, la corrupción política, la inseguridad ciudadana, el bajísimo nivel educativo y el colapso de la economía), me lanzo a poner mi granito de arena denunciando la última campaña publicitaria de la cadena de perfumerías Bodybell, perversa donde las haya.

Con motivo del Día del Padre han inundado sus escaparates con unos rótulos altamente insultantes y absolutamente discriminatorios para las mujeres. Venciendo mi natural repugnancia, ilustro esta denuncia con uno de ellos, para que sea evidente a todos la razón de mi indignación.

Evidentemente, una persona de la altura intelectual que usted posee no necesitará más explicaciones, pero como esta denuncia será recibida por algún subalterno suyo, que no tendrá su aguda inteligencia (de otra forma sería ministro de algo), condesciendo a aclarar el motivo de mi indignación.Es decir, según este cartelucho, mamá queda relegada a ese papel secundario, de adorno, que es ser primera dama, para el que no hay que tener más mérito que el haberse casado con el hombre adecuado. Un florero, vamos. Ni siquiera se plantea la posibilidad de que mamá sea Presidenta.Para colmo, se usan las palabras “papá” y “mamá”, en una evidente discriminación de cualquier otra forma de familia que no sea la obsoleta familia tradicional. Exijo que todo el peso de la ley caiga sobre los responsables de esta aberración.Rizando ya el rizo de lo execrable, los responsables de la campaña han creado una especie de concurso que se anuncia de la siguiente forma:

Comprendería que a estas alturas ya le hubiera estallado la aorta de la indignación, pero sé que los ministros están hechos de una pasta especial (en su caso pasta de harina refinada, es evidente). Por eso estoy segura de que todavía mantiene el pulso firme y serenamente convendrá conmigo que corromper las tiernas y maleables mentes infantiles con la perversa idea de que “papá” debería ser presidente es una conducta que tiene que ser duramente reprimida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario