miércoles, 28 de agosto de 2019

18. En la ¿biblioteca?

Camino de casa me pasé por la Biblioteca Pública que frecuento desde hace 30 años, para devolver un par de libros y llevar algún otro en préstamo. En los últimos tiempos el servicio ha ido mejorando espectacularmente: tiene un horario ininterrumpido de 9 de la mañana a 9 de la noche, puedes tener en préstamo hasta tres libros a la vez (en verano hasta cinco libros), puedes renovar el préstamo y reservar libros por internet, si no tienen el libro que deseas puedes pedir que lo compren y normalmente lo hacen con bastante celeridad… En fin, que no se pueden dar más facilidades. Quien no lee es porque no quiere.

En la cola ante el mostrador éramos cinco personas, y yo era la única que llevaba libros. Todos los demás, tres películas en dvd. Como ya he observado este hecho varias veces, al llegar mi turno lo comento con una de las chicas que atienden al público y pregunto si pasa tan a menudo como a mi me parece. “Continuamente”, dice una. “Yo ya tengo localizadas a un buen número de personas que aunque vienen frecuentemente desde hace años, nunca se han llevado un libro, sólo películas y música”.

Quizás en el post anterior, el de los hábitos extraños, debí haber incluido el de leer todos los días.

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