jueves, 29 de agosto de 2019

27. ¿Me lo creo o no?

En realidad, somos más bien confiados, en el sentido de que damos por buenas, ciertas o válidas muchas cosas sin comprobarlas. Ahora me refiero, concretamente, a todos esos artículos que abundan en los periódicos y revistas, escritos por supuestos especialistas. Pero pienso que la credibilidad de muchos de esos artículos se termina en cuanto tenemos conocimientos suficientes del tema en cuestión, y tenemos criterio para juzgar.

Yo me he tragado montones de páginas, dando por hecho que esos estudios de los que se habla son serios, que esa persona que firma sabe realmente de qué está hablando, etc. Hasta que he tropezado con un artículo bastante extenso sobre un tema que domino: imposible decir más disparates. Y eso que el tema en cuestión no era algo tan críptico como para que no fuera fácil documentarse. Como hago siempre en estos casos, envié a la redacción un e-mail con correcciones a los errores, que con letra bastante pequeña ocupaban un folio y medio. Por supuesto, no he recibido respuesta.

En otra ocasión leí una carta de protesta de una psicóloga que se quejaba de que los consejos que se daban sobre psicología en esa revista no sólo no eran acertados, sino que podían ser claramente perjudiciales. En fin, parece que no era yo la única que encontraba errores.

Me gustaría tener más datos, para ir acotando hasta donde me puedo fiar de estos periodistas y sus colaboradores. Hace poco leí un artículo que enseñaba las claves para descubrir cómo piensa un hombre según se comporte en una primera cita. Como no he tenido tantas “primeras citas” como para que desde el punto de vista científico pueda extraer resultados concluyentes, me encantaría que mis lectores dieran su opinión acerca de la veracidad de estas aseveraciones. Espero vuestras opiniones.

DESCÚBRELO EN LA PRIMERA CITA

¿Dónde te lleva?

– Si elige un coqueto restaurante justo debajo de su casa, tienes dos opciones. La primera, que te esté haciendo desplazarte hasta allí porque quiere invitarte a ‘tomar la última’ en su sofá. Y la segunda, que te invita a conocer su zona, para que entres en su vida.

– Si elige es un garito atestado de gente, es porque la conversación no es su fuerte y conocerte en profundidad no está entre sus prioridades. Pero, si el sitio es tranquilo y con luz suave, está intentando seducirte.

– Si llega tarde, pero avisa, es que le preocupa la idea que puedas formarte de él. Si no tiene la delicadeza de ponerte ni un SMS, se trata de un maleducado.

– Si llega 20 minutos antes de la hora, está demostrando ansiedad.

El primer acercamiento

– Si busca tu mirada y te sonríe, es buena señal: te está diciendo que está cómodo.

– El plato que pida también puede darte pistas. Si toma un escalope con patatas, demuestra masculinidad. Pero, si prefiere algo más sofisticado, como una ensalada con pistachos te está diciendo que es refinado.

– Si deja el móvil encima de la mesa y, cada vez que suena, lo coge sin disculparse, levántate de la mesa y vuelve a tu casa.

¿Cómo se ha vestido?

– Si lleva la camisa planchada, te conviene, porque es cuidadoso.

– Fíjate en si usa gomina, lleva las uñas limpias y va bien afeitado. En caso afirmativo, es que le está dando demasiada importancia a la cita.

La conversación

– Que nada más conocerte se ponga a hablar de su ex, no es buena señal. Está claro que no lo ha superado.

– Que no deje de hacerte preguntas sobre tu pasado amoroso, tampoco es muy halagüeño. Es el clásico patrón de conducta de un hombre celoso.

– En cambio, es muy seductor que te escuche con atención.

La comunicación no verbal

– El cruzar los brazos o las piernas es un escudo y puede significar que es tímido.

– Si hace gestos parecidos a los tuyos, quiere decir que está en sintonía contigo y que te presta atención.

¿Qué pensáis?

No hay comentarios:

Publicar un comentario