jueves, 5 de septiembre de 2019

144. Ponga un estilista en su vida

Hay trabajos extraños por esos mundos de Dios, como modelos de pies, buzos de pelotas de golf, probadores de cámaras de aislamiento o criador de sanguijuelas.

Otros, además de raros, tienen que ser un poco vergonzosos de confesar. Ahí entraría, por ejemplo, el de masturbador de ganado o el que acabamos de conocer ayer mismo: calentador de camas en los hoteles Holiday Inn. A este último tanto Pimkie como la Princesa del Guisante le han dedicado sendos post hoy mismo, por lo que no me extenderé más sobre el asunto.

Pero creo que estoy en condiciones de añadir uno más a esa lista de trabajos que a nadie le gustaría confesar cuando te preguntan ¿A qué te dedicas? Me refiero a ser la estilista privada de Lourdes María Ciccone León, una niña de 13 años que tiene la particularidad de ser la hija de Madonna.

La nena tiene una paga mensual de 8.000 euros, que dedica principalmente a sus caprichos: tener una limusina que la trae y la lleva al colegio, productos de belleza de exclusivas marcas cosméticas y los servicios de una estilista profesional. Yo creo que la chiquilla va vestida en la línea de muchas otras adolescentes. Por ahí nada que objetar. Pero estoy convencida de que obtendría el mismo resultado sin ayuda profesional alguna y comprando la ropa en los mercadillos. Por eso creo que la estilista no debe sentir que sus desvelos aporten nada a su curriculum. Es más: yo, de ser ella, ni siquiera lo mencionaría.

No hay comentarios:

Publicar un comentario