Hace un año Alemania compró a España cuatro mulos para utilizarlos en Afganistán para el transporte de armamento. Y están tan encantados que nos han comprado otros seis. Andan por ahí satisfechísimos haciéndonos la propaganda de que los mulos españoles son la leche en bote, mucho mejores que los franceses. Ea, que se joroben los franceses, que donde esté un mulo español que se quite Carla Bruni, el coñac Napoleón o el Museo del Louvre con la Mona Lisa incluída.
Esto puede ser el comienzo de algo grande así que, por favor, no se rían ustedes. Si China inunda el mundo de móviles, Alemania de automóviles, Francia de armas o Japón de videoconsolas, nosotros, con la publicidad adecuada, podemos llevar el famoso mulo español hasta los últimos rincones del planeta.
Más ventajas. No hay que invertir en investigación y es un producto verde, que no contamina. Bueno, eso creo, que después de la noticia del metano de las ventosidades de las vacas ya no estoy segura del todo.
Pero, sea lo que sea, se van a enterar esos sabihondillos de por ahí, de lo punteros que somos los españoles en tecnología.

No hay comentarios:
Publicar un comentario