martes, 3 de septiembre de 2019

110. Periodismo y blogs

En uno de los actos del Hay Festival Alhambra 2009, Arcadi Espada (El Mundo) y Miguel Ángel Aguilar (El País) han estado hablando de periodismo y blogs. Por distintas razones las palabras vertidas por uno y otro no tienen desperdicio.

Espada, por su parte, “rechaza el papel de los blogs como parte del oficio periodístico, ya que la inmensa mayoría de ellos no tienen nada que ver con esta profesión, y como ejemplo subraya que no existe aún en España un solo caso de noticia relevante revelada por estas páginas web”. Resulta una afirmación un tanto esquizofrénica, proveniendo como proviene de alguien que en el periódico El Mundo lo que hace es escribir un blog sobre el propio periódico. Es decir, según el afirma, lo que hace en el periódico en el que trabaja no tiene nada que ver con la profesión periodística. Por otra parte, al escoger el ejemplo con que justifica sus palabras restringe el oficio periodístico al hecho de dar noticias, obviando una parte importante de los contenidos de los periódicos, que es precisamente la opinión. De hecho, opinión es lo que hacen en sus periódicos correspondientes Almudena Grandes, Rosa Montero, Ignacio Camacho, Carlos Herrera, Antonio Gala, Elvira Lindo. O lo que hacía el mismo Umbral y otros tantos ya fallecidos. Opinión es también los que hacen la mayoría de los dibujantes, como Forges o Mingote. Es decir, según Espada, gran parte de lo que aparece en los periódicos no tiene nada que ver con el oficio periodístico.

Para más inri, dudo que Espada conozca y lea diariamente todos los blogs de mediana importancia que se publican cada día sólo en España (no digamos en otros países), por lo que resulta muy atrevido por su parte afirmar que “no existe aún en España un solo caso de noticia relevante revelada en un blog”.

Probablemente para Espada los periodistas son aquelos que transcriben literalmente noticias de agencia, plagadas de errores y datos erróneos muchas veces, le colocan la alcachofa delante de la boca a Belén Esteban o al ex-novio de Falete, o dan como noticias simples rumores de las que se tienen que desdecir al día siguiente, lo que hacen sin ningún sentimiento de vergüenza por no haber comprobado las fuentes, o por hacer gala de una ignorancia extrema confundiendo datos clave como nombres de países, de provincias o de personajes. En periódicos tan importantes como El País o El Mundo aparecen diariamente estadísticas disparatadas, confusiones entre millones y billones y ejemplos semejantes que se pueden comprobar día a día en el blog Malaprensa (1).

Por su parte, López Aguilar afirma que “opinar está al alcance de todo el mundo, a diferencia de narrar”. Espada remata la faena diciendo que esto último “cuesta mucho dinero y esfuerzo y no lo pueden hacer los aficionados”.

Personalmente pienso que es precisamente en el apartado de “periodistas que se dedican a la opinión” donde hay más aficionados, aquellos que entienden de todo pero no saben de nada, como tantos columnistas, tertulianos de la radio y otros especímenes parecidos. Lo otro ya no existe, porque el periodismo de investigación brilla por su ausencia. Los periódicos, cada vez más hundidos, no pueden dedicar el tiempo y el dinero necesario y se limitan a clavar lo que, previo pago, les envían las agencias. Por eso nos encontramos muchas veces el mismo disparate a la vez en doce periódicos locales y tres o cuatro nacionales (vuelvo a remitir a Malaprensa).

En cuanto a lo de “aficionados”, me parece que sucede más bien lo contrario, que los periodistas resultan ser blogueros aficionados, porque no conozco ningún caso de un bloguero que se haya introducido a la fuerza en ningún periódico, mientras que muchos periodistas han terminado teniendo blogs, bien en un esfuerzo de “pescar” por ahí algunos lectores más, bien intentando expresarse con mayor libertad y menos presiones que en su periódico.

El caso es que yo sí he conocido en blogs noticias que los periódicos ni han olido, o no les ha interesado publicar por chirriar con la línea editorial del periódico y sus servidumbres políticas. Tampoco conozco a ningún bloguero que se autotitule periodista sin serlo. Así que me parece que si existe algún caso de intrusismo es precisamente al contrario de lo que proclaman estos excelsos periodistas que, sin reconocerlo, se mueren por tener un blog bien frecuentado.

(1) Subtitulado “Errores y chapuzas de la prensa española: números equivocados, gráficos incorrectos, fallos lógicos, conceptos erróneos, mala interpretación de estadísticas o datos científicos…”

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