jueves, 5 de septiembre de 2019

133. Real como la vida misma

Probablemente a sus seguidores les desilusione saberlo, pero ni la telebasura, ni el convertir la desgracia ajena en espectáculo ni los protagonistas voluntarios que hacen todo esto posible son creación española. En ese sentido no hemos hecho más que copiar lo que se hace desde mucho tiempo atrás en todo el mundo civilizado. Claro que, como ellos nos llevan años de delantera, ya hacen cosas por allí que nosotros todavía no nos hemos atrevido a llevar a cabo. Pero, tiempo al tiempo, que sólo hace falta que los directivos de las cadenas de televisión piensen que va a ser rentable.

El Arts Council (Agencia de Promoción de las Artes del Reino Unido) ha pagado el equivalente de 15.500 euros a una bailarina epiléptica para que suspenda provisionalmente su medicación y sufra un ataque en escena, decisión duramente criticada por las organizaciones que ayudan a los que sufren esta enfermedad. […]
En el espectáculo se utilizarán luces estroboscópicas, así como programas informáticos especialmente diseñados, y la protagonista tendrá que ayunar, se privará de sueño, elevará artificialmente la temperatura corporal y tomará estimulantes de la actividad cerebral, incluidos el alcohol y el tabaco.
Mientras el público aguarda el ataque de epilepsia, será entretenido por otros bailarines.
Según el teatro, “en un determinado momento, Marcalo podría sufrir un ataque epiléptico. Cuando ocurra, sonará una alarma, las luces subirán de intensidad, dejará de oirse la música, y una serie de cámaras grabarán el ataque”.
El teatro anima también al público a captar el momento con sus teléfonos móviles.
El Arts Council justificó su decisión de pagar a Marcalo para ese polémico espectáculo al señalar que se trata de una “artista importante cuya labor merece ser vista”.
En otras épocas, cualquier novedad tardaba mucho en expandirse. Un nuevo tipo de arado o telar cuyo uso mejorara notablemente los resultados del anterior tardaba generaciones en llegar de un país a otro. En nuestros tiempos, gracias al nivel de las comunicaciones, esto ya no pasa, así que en estos momentos podemos tener al autoproclamado inventor del “neorrealismo televisivo” calculando las audiencias resultantes de emitir en directo en su programa un coma diabético de esa figura nacional que es Belén Esteban. Sólo hace falta ir elevando la cantidad de miles de euros ofrecidos, hasta que la susodicha se anime a comerse ante las cámaras unas cuantas docenas de merengues, por ejemplo. Teniendo en cuenta el éxito de estas cosas, podría incluso retransmitirse vía satélite a otros países, lo que catapultaría la fama de la Esteban a nivel internacional, que es lo único que de momento se le resiste.

De las cosas raras y tremendas que se ven por esos mundos  de Dios estoy más o menos informada por los vídeos que emiten en el programa “Sé lo que hicísteis…”, que es lo que suelo ver mientras como. Este programa es bastante útil, pues te permite ser casi un especialista en telebasura sin necesidad de pasarte muchas horas al día delante de la televisión. Lo veo por varias razones, como  por ejemplo intentar dilucidar si es cinismo, hipocresía o vaya usted a saber qué el que se burlen de lo que precisamente les da de comer. También porque me sigue haciendo gracia ver a Dani Mateo imitando al novio de Falete. Y también porque una no es perfecta, tiene sus fallos y sus vicios, como todo el mundo. Así que cada tarde, sobre las 15’45, me pongo delante de la televisión con la bandeja de la comida, y antes de darle al mando digo aquello de “Soy Carmina y veo Sé lo que hicísteis“, como si estuviera en una reunión de Alcohólicos Anónimos. Espero llegar a un punto en que comience mi rehabilitación.

Eso sí, hay partes del programa que no puedo soportar, como son los reportajes presentados por las “guapas” del programa. En esos momentos quito el volumen al televisor y me concentro en lo que estoy comiendo. La presentadora principal acaba de hacer precisamente unas declaraciones que en titulares decían: “No es suficiente ser sexy si no tienes talento”. De esa frase yo deduzco que la chica se considera sexy (nada que objetar). Y también que se considera con talento. Estoy de acuerdo, aunque los talentos en los que yo pienso probablemente no serán los mismos en los que piensa ella. Evidentemente, para caminar e incluso correr con tacones de más de doce centímetros hay que tener talento, como para batir el record mundial de salto con pértiga. Y eso no se le puede negar.

De talentos para intervenir en un programa de televisión ya no estoy tan de acuerdo, porque no hay nada que me resulte tan penoso como las intervenciones de las mencionadas “guapas”, incapaces de decir su guión sin apartar la vista del teleprompter, cuando se supone que están hablando entre ellas. Queda bastante ridículo que se dirijan unas a otras mientras miran fijamente, sin pestañear, con una total falta de naturalidad, hacia el frente. En mi ignorancia de cómo se hace un guión de televisión se me había ocurrido una fácil solución, y es que el guión se escribiera de forma que las chicas se dirigieran al el espectador, en lugar de fingir que están hablando unas con otras sin mirarse, que es algo que queda de lo más ridículo y deja en evidencia sus carencias.

Pero, volvamos al tema inicial del post y echemos un vistazo a lo que ya se ha emitido por ahí, y a lo que está a punto de emitirse, con lo que prácticamente podemos profetizar lo que veremos aquí dentro de poco:

– “Rock Star in rehab” (Estrellas de rock rehabilitándose), con un grupo de famosos del rock con problemas de drogadicción, intentando abandonar sus adicciones ante las cámaras.

– “Little Miss Perfect” (Pequeña Miss Perfecta), con niñas norteamericanas que cambian su aspecto físico en un proceso de fabricación de reinas de la belleza con diez o doce años.

– “Boys and girls alone” (Niños y niñas solos), con veinte niños entre 8 y 11 años que vivieron en una finca rural de Cornualles. Tenían que organizarse y hacer todas las faenas sin la ayuda de ningún adulto. Ya hubo críticas antes de empezar, pero la polémica aumentó cuando algunos niños confesaron ante las cámaras que pasaban hambre, porque no sabían cómo preparase un plato de fideos o hacer hervir una tetera.

– “Erwachsen auf Probe” (Adulto a prueba). Participan en él cuatro parejas de adolescentes quienes deben demostrar que saben cuidar de niños desde bebés a adolescentes. Empiezan con cuatro bebés prestados por familias durante cuatro días para intervenir en el juego televisado. Superada la etapa del bebé, las parejas adolescentes acogen a niños menores de 4 años, luego a niños en edad escolar y luego a adolescentes.

– Miss Sin Techo (no conozco el título que llevó en la televisón belga). Como su nombre indica, consistió en una especie de concurso de belleza entre mujeres indigentes que participaban en su estado habitual, sin ninguna ayuda de tipo cosmético o de indumentaria, resultando ganadora una de 58 años. Han desechado la organización de una segunda edición alegando que el impacto no podría superar al de la primera.

– Los arrepentidos compiten, en Turquía, donde cuatro concursantes (musulmán, cristiano, judío e hinduista respectivamente) tratan de convertir a diez ateos a sus respectivas religiones. El premio consiste en un viaje a los lugares sagrados de sus respectivas religiones o a las que elijan.

– “Make me a Mum” (Hazme mamá) trata de la búsqueda de la esperma del “padre ideal”, para una madre que se realizará inseminación artificial para tener a su retoño. El show mostrará a más de mil contendores y posibles padres, listos para donar su esperma a una futura mamá, quien tras elegir al “candidato ideal” de acuerdo a la inteligencia, aspecto físico, personalidad y finanzas, se realizará el procedimiento biológico que le permitirá cumplir el sueño de convertirse en madre. El procedimiento in-vitro será filmado completamente en vivo, gracias a una nueva técnica alemana que permite mostrar en detalle cómo el óvulo de la mujer es fecundado por el espermatozoide que será elegido en el polémico reality.

– De este no sé el título, pero lo protagoniza una descerebrada llamada Nadya Suleman que, además de operarse para parecerse a Angelina Jolie, y tener seis hijos por fecundación in vitro, quedó de nuevo embarazada de octillizos por el mismo sistema. El reality consiste en retransmitir el día a día de una madre soltera que intenta criar sola a 14 hijos. Está prevista una segunda edición del concurso que consistiría en buscarle un novio a la interfecta.

– “Aquarius”, de la televisión italiana, muestra a 150 chicas de 18 a 24 años que, metidas en unas vitrinas, bailan música discotequera sin cesar, mientras el público las va eliminando.

– “La jaula de oro”, versión salvaje de Gran Hermano, donde fue ganador un estudiante de 25 años y 200 kilos de peso, que se hizo popular por vomitar ante las cámaras y revolcarse luego en el suelo sobre su vómito, citarse con prostitutas en la piscina de la casa y llamar la atención con las imágenes más repulsivas que se le ocurrían de su cuerpo extremadamente obeso.

– “The wanted” (Buscado). Un grupo de élite especializado en contraterrorismo se recorre el mundo dedicado a la caza y captura de terroristas y criminales de guerra. No es una serie de televisión. Es real. Entre los objetivos figuran Mamoum Darkzanli, sirio residente en Alemania, vinculado a la financiación y logística de Al Qaeda, o Mullah Krelar, un sospechoso iraquí que ahora vive en Noruega.

– Otro programa del que no he conseguido encontrar el nombre es como nuestro “Inocente, Inocente”, pero a lo bestia. En un episodio los candidatos creían que iban a realizar un viaje de turistas en el espacio, pero en realidad estaban en un estudio. En otro, muchísimo más brutal, un grupo de musulmanes serán convencidos de que forman parte de un auténtico atentado terrorista y tras su muerte serán recompensados con 72 vírgenes. Las bombas serán solo granadas de práctica (estaría bueno) cuyo sonido ensordece pero no ocasionan daños. Los musulmanes serán filmados secretamente durante su “atentado terrorista”. Se documentará y se prestará especial atención a su reacción cuando tras la “explosión” se ilusionen con el paraiso y se acerquen a las “vírgenes”.

He dejado aparte “Cast Offs” (Desechos), porque después del escándalo, los desmentidos y las contradicciones no se ha terminado de poner en claro si los concursantes iban a ser reales o actores. En principio se trataba de hacer convivir en una isla desierta a un ciego, una sorda, un parapléjico, una mujer enana, otra con querubismo y un afectado por la talidomida.

Después de esta rápida enumeración, bastante incompleta, y pensándolo bien, nuestra tele resulta infantil, pacata e inofensiva. Que le pongan banderillas de fuego a Belén Esteban y compañía, a ver si se animan, o las nuevas generaciones se van a aburrir más que con Espinete y la Gallina Caponata.

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