No sé por qué me invade la ligera sospecha de que en la gala de los Oscar o en el Festival de Venecia no tienen que recurrir a estas maniobras para que la entrada luzca un poco animada.
Para mí ya estaba más claro que el agua que no es lo mismo ver pasar a Alberto San Juan que a Paul Newman. Incluso teniendo en cuenta que Alberto San Juan tiene 40 años y Paul Newman 83. Ni siquiera dos Alberto San Juan hacen por un Paul Newman. Por no hablar del resto, que el 90% de los asistentes son perfectamente desconocidos para el gran público, y alegran tan poco la vista como Alberto San Juan.
Se me viene a la cabeza una comparación odiosa, como todas las comparaciones. A los generales romanos, cuando celebraban un triunfo, les colocaban a la espalda un sujeto que les iba repitiendo aquello de “Recuerda que eres mortal”, para que no se envanecieran demasiado. A estos actorcillos españoles y demás adláteres les ponen admiradores de pega para lo contrario, para que se crean y nos creamos que son conocidos, admirados y populares.
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